Miles de ciudadanos de distintas regiones del país se congregaron en la Plaza Grande de Quito para presenciar, a través de pantallas gigantes, la ceremonia de posesión del presidente Daniel Noboa, quien asumió oficialmente el cargo tras su elección el 13 de abril de 2024.
Noboa, quien gobernará hasta 2029, recibió la banda presidencial en una sesión solemne en la Asamblea Nacional, marcando el inicio de su nuevo mandato.
Una fiesta ciudadana bajo el sol
A pesar del intenso sol, la entusiasmo de los asistentes no decayó. Con sombrillas, paraguas y niños en brazos, los ciudadanos aplaudieron y siguieron con atención la transmisión de la ceremonia. La Plaza Grande se convirtió en un punto de encuentro para quienes apoyan la gestión de Noboa, mostrando un ambiente de unidad y esperanza.

Apoyo manabita al presidente Daniel Noboa
Entre la multitud, destacó la presencia de cientos de manabitas que viajaron desde su provincia para respaldar al presidente. Elisabeth Robles, quien partió desde Portoviejo a medianoche del viernes 23 de mayo, expresó su emoción: “Estar aquí en la posesión del presidente Noboa es un privilegio. Confiamos en su trabajo, en sus propuestas y en que Ecuador va por el camino del cambio”. Robles destacó los logros del primer periodo de Noboa, de aproximadamente 18 meses, como base de su apoyo.

Gobernadores planifican el futuro del país
Antes de la ceremonia, la gobernadora de Manabí, Aurora Valle, participó en una reunión con gobernadores de otras provincias, invitada a la sesión oficial de la posesión. En este encuentro, los líderes intercambiaron ideas y estrategias para impulsar el desarrollo de sus regiones, reafirmando su compromiso con el progreso del país. “Trabajamos juntos por el bienestar de nuestras provincias y para consolidar el proyecto del nuevo Ecuador”, señaló Valle.

Un Ecuador que mira al futuro
La posesión de Daniel Noboa no solo simboliza el inicio de un nuevo periodo presidencial, sino también la esperanza de miles de ecuatorianos que ven en su liderazgo una oportunidad para el cambio. Con una ciudadanía activa y autoridades comprometidas, el país se prepara para enfrentar los desafíos de los próximos años.
