La isla Migingo, una roca de apenas 2 mil metros cuadrados en el Lago Victoria, África Oriental, alberga a unas 500 personas. Aquello la convierte en una de las zonas más densamente pobladas del planeta. Disputada por Kenia y Uganda debido a los ricos recursos pesqueros de la zona, especialmente la perca del Nilo (pez). Esta diminuta isla es un centro económico clave para la pesca, a pesar de las precarias condiciones de vida de sus habitantes.
Situada en la frontera entre Kenia y Uganda, la isla Migingo ha sido objeto de tensiones diplomáticas desde finales del siglo XX. La abundancia de la perca del Nilo (pez de alto valor comercial en mercados internacionales), ha convertido a la isla en un punto estratégico para la pesca. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la pesca de allí genera millones de dólares anuales.
Isla Migingo tiene policías de dos países
A pesar de su tamaño, equivalente a menos de un estadio de fútbol, la isla cuenta con una sorprendente infraestructura. Allí hay bares, salones de belleza, pequeños hoteles e incluso una estación de Policía. Aquello refleja la dinámica vida en un espacio reducido. Las viviendas, construidas principalmente con láminas de metal, se apilan en la isla rocosa, donde los residentes enfrentan desafíos como la falta de agua potable y saneamiento básico.
La disputa territorial entre Kenia y Uganda comenzó en 2004, cuando Uganda instaló una bandera en la isla. Aquello provocó protestas de Kenia. Desde entonces, ambos países han desplegado fuerzas de seguridad en la zona, aunque han evitado enfrentamientos directos. En 2009, se firmó un acuerdo para realizar un estudio conjunto de la frontera, pero la soberanía de Migingo sigue sin resolverse.
Los pescadores de ambas naciones coexisten en la isla, compartiendo el espacio y los recursos pesqueros. La economía de Migingo depende casi exclusivamente de la pesca. Los habitantes, en su mayoría pescadores y comerciantes, procesan y venden la perca del Nilo para exportarla a Europa y Asia. La isla genera ingresos significativos para la región, sin embargo, las condiciones de vida son difíciles debido a la superpoblación.
Un pequeño espacio de tierra que nunca duerme
La falta de servicios básicos es un problema. La densidad poblacional, con aproximadamente 250 personas por kilómetro cuadrado, supera a la de muchas megalópolis del mundo. La convivencia en Migingo es un ejemplo de resiliencia. Los residentes han desarrollado una comunidad vibrante, con comercios que atienden tanto a los locales como a los pescadores de paso.
La estación de Policía, compartida por agentes de Kenia y Uganda, busca mantener el orden en un espacio donde la tensión territorial persiste. La isla, aunque pequeña, es un microcosmos de la complejidad geopolítica y económica del Lago Victoria, donde la cooperación y la disputa coexisten en un delicado equilibrio. Sus habitantes no piensan salir del lugar y quienes la han visitado aseguran que la isla Migingo, nunca duerme.