La mansión que Jhon Jairo Arias Tascón, alias “Pinina”, adquirió el 12 de mayo de 1989 en el exclusivo barrio El Poblado de Medellín, permanece en estado de abandono y en ruinas. Esto tras ser expropiada por las autoridades colombianas. Dicha propiedad, símbolo del poder del exsicario del Cártel de Medellín, alberga una discoteca en el tercer piso. La mansión era escenario de ostentosas fiestas con las mujeres más reconocidas de la ciudad, según registros históricos.
Hoy, la estructura está deteriora, con paredes agrietadas y espacios en ruinas, un reflejo del ocaso de una era marcada por el narcotráfico. Arias Tascón, conocido como “Pinina” por su voz aguda, fue uno de los lugartenientes más confiables de Pablo Escobar y líder de la banda Los Priscos. La mansión, ubicada en una de las zonas más prestigiosas de Medellín, la adquirió Arias a los 28 años, cuando estaba en la cima de su poder dentro del Cartel.
Masión de alias «Pinina» tenía una discoteca
Según fuentes históricas, el inmueble contaba con un espacio exclusivo donde Arias disfrutaba de momentos de esparcimiento. Allí lo atendían sus hombres con whisky y acompañado por figuras destacadas de la sociedad local. La propiedad, valuada en su momento en millones de pesos, representaba el lujo que pocos en el entorno del narcotráfico alcanzaron.
Tras la muerte de «Pinina» el 13 de junio de 1990, en un operativo policial en El Poblado, la mansión quedó confiscada por el Estado. Esto como parte de los esfuerzos para desmantelar los activos del Cartel de Medellín. Desde entonces, la falta de mantenimiento ha llevado al deterioro del inmueble, con techos colapsados y vegetación invadiendo los espacios que alguna vez fueron escenario de opulencia.
«Pinina» tuvo una infancia marcada por la pobreza.
Según reportes de la Dirección Nacional de Estupefacientes, la propiedad no ha sido destinada a nuevos usos. Su estado actual refleja el abandono de numerosos bienes expropiados del narcotráfico. Arias Tascón, nacido en 1961 en el barrio Lovaina de Medellín, se unió al Cartel tras una infancia marcada por la pobreza. A los 15 años ya era sicario, y su ascenso lo convirtió en el quinto hombre más importante de la organización, según investigaciones policiales.
Participó en actos como el asesinato del ministro Rodrigo Lara Bonilla en 1984 y el atentado al edificio del DAS en 1989, que dejó 52 muertos. Su muerte marcó un punto de inflexión para el Cartel, que comenzó a desmoronarse tras la pérdida de figuras clave. La mansión de “Pinina” es hoy un recordatorio del auge y caída del Cartel de Medellín. Mientras el gobierno evalúa el destino de estos bienes, la estructura permanece destruida.
En la serie Pablo Escobar, el Patrón del Mal, el personaje de Jhon Jairo Arias lo interpetró el actor colombiano Anderson Ballesteros Zuluaga en el papel de «El Chili». Dicha serie se convirtió en una de las más vistas hace una década luego que se filmara en varias localidades de Colombia.