Un estudio de Fertilab, basado en el análisis de más de 1.000 ciclos de fecundación in vitro (FIV) y 1.300 transferencias embrionarias, identificó una correlación negativa clara entre la edad paterna avanzada (mayor de 45 años) y los principales indicadores de éxito reproductivo.
La investigación se llevó a cabo con ciclos de FIV, utilizando óvulos donados, lo que permite aislar el impacto de la edad del varón, al eliminar la influencia de la edad materna en los resultados. Con esto, se observa una menor formación de embriones y una tasa reducida de nacidos por ciclo cuando un hombre supera los 45 años, lo que indica una menor eficiencia del tratamiento de reproducción asistida.
¿Por qué tienen menos éxito en la fecundación ‘in vitro’?
Entre los datos más relevantes, el estudio detectó que los varones mayores de 45 años presentan una menor tasa de formación de blastocistos (al menos un 10% menos), una motilidad espermática progresiva más baja, y menores tasas acumuladas de nacidos vivos.
Las principales causas de que el envejecimiento masculino afecte a la fertilidad, según el andrólogo especialista en Fertilab Barcelona y autor del estudio, el doctor de Rocco, son que las células testiculares «pierden eficacia con el tiempo». Además, con la edad «aumentan las infecciones urogenitales crónicas, como la prostatitis o la epididimitis, que provocan inflamación y deterioro seminal».
La fertilidad no solo depende de la mujer
Uno de los retos del estudio, según el especialista, es superar la percepción social de que la fertilidad depende únicamente de la mujer. «El 50% de los casos de infertilidad involucran al hombre, por lo que es imprescindible estudiarlo desde el principio y concienciar sobre su papel en la reproducción», señaló el doctor.
Actualmente, la edad paterna avanzada «no es un criterio excluyente ni determina de forma directa el tipo de tratamiento». No obstante, si se detecta una calidad seminal deteriorada, «puede ser recomendable» optar directamente por una fecundación ‘in vitro’ en lugar de inseminación artificial. En este sentido, la edad del hombre influye indirectamente en la elección terapéutica.
Los hábitos que ayudan a preservar la fertilidad
Cuando se detecta alguna anomalía, existen tratamientos que pueden mejorar la calidad del semen. En casos de infecciones crónicas, por ejemplo, se puede recurrir a medicación específica. Asimismo, se pueden ajustar tratamientos farmacológicos o recomendar cambios en el estilo de vida para mejorar el estado general del paciente. Incluso si no se requiere intervención médica, el chequeo permite actuar de forma preventiva.
Factores como el tabaquismo, el alcohol, el consumo excesivo de café, el sedentarismo o sobrepeso tienen un gran impacto en la calidad espermática. Por el contrario, llevar una vida saludable y realizar ejercicio moderado puede preservar la fertilidad masculina incluso a edades avanzadas.
Cabe destacar que la fecundación in vitro (FIV), también conocida como fertilización in vitro, es una técnica de reproducción asistida. Esta consiste en la unión de un óvulo y un espermatozoide en un laboratorio, para luego transferir el embrión resultante al útero materno.