Gerardo Gregorio Barén Cedeño fue asesinado a bala. El sospechoso del delito es su suegro.

El asesinato del hombre de 32 años ocurrió la noche del sábado, en el recinto Aguas Blancas del cantón Pichincha.

Este lugar está ubicado a unos 40 minutos del centro del cantón y el camino es de tercer orden, de difícil acceso.

Agentes de la Policía Nacional fueron alertados del suceso por una llamada realizada al Servicio Integrado de Seguridad ECU-911.

Los uniformados manifestaron que cuando llegaron al lugar encontraron el cuerpo de un hombre tendido en el suelo, y al revisar sus signos vitales se verificó que ya estaba muerto.

Indicaron que el fallecido presentaba un impacto de arma de fuego y golpes contusos en la cabeza, por lo cual dieron aviso a sus colegas de la Dinased y de Criminalística para que tomaran procedimiento, ya que se trataría de una muerte violenta.

Los agentes de estas unidades policiales acudieron a la escena del delito y en coordinación con el fiscal de turno realizaron el levantamiento del cadáver y lo trasladaron hasta el centro forense de Manta, para que le realizaran la autopsia.

Los uniformados también realizaron el levantamiento de indicios e información que ayuden en el proceso de investigación.

Los policías de Criminalística indicaron que el hombre presentaba un impacto de bala y que el arma utilizada para el crimen fue una cartuchera, ya que el cadáver tenía huellas de los perdigones en su cuerpo.

Además presentaba golpes en la cabeza, los cuales habrían sido causados por el asesino con la propia arma de fuego.

Los agentes de la Dinased realizaron las investigaciones preliminares y por versiones de testigos se conoció que, hace tres años el hoy occiso se llevó a una hija menor de edad del presunto asesino, y la hizo su esposa.

Desde esa fecha los dos hombres tenían problemas y la tarde del sábado ambos habrían estado en estado etílico, sacaron a relucir el problema y tuvieron una riña