La cifra de desplazados en todo el mundo debido a la guerra, la violencia y la persecución ha aumentado a más de 123 millones, según los datos recabados por la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR). La organización alertó este jueves 12 de junio de 2025 que se trata de una cifra «insostenible», especialmente ante el «agotamiento de la financiación destinada a la ayuda humanitaria».
En su informe anual sobre tendencias globales, la agencia constató un aumento desde los 120 millones de desplazados registrados durante los primeros meses de 2024, lo que supone una tendencia al alza que se ha ido consolidando a lo largo de la última década.
En este sentido, indicó que los principales factores que provocan estos desplazamientos son los grandes conflictos, como los de Sudán, Birmania y Ucrania, además de la «incapacidad de detener los combates». No obstante, destacó que algunos casos, como el de Siria, han registrado avances positivos con el regreso de más de un millón de personas tras el fin de la guerra.
Sudán es el país con más refugiados y desplazados
Filippo Grandi, Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, aseguró que «vivimos en una época de intensa volatilidad en las relaciones internacionales, en la que las guerras modernas crean un panorama frágil y desgarrador, marcado por un agudo sufrimiento humano». Es por ello, recalcó, que «debemos redoblar nuestros esfuerzos para buscar la paz y encontrar soluciones duraderas para los refugiados y otras personas forzadas a huir de sus hogares».
Entre las personas desplazadas a la fuerza se incluyen los desplazados a nivel interno, que ascienden a 73,5 millones -tras un fuerte aumento de 6,3 millones durante el último año-, así como las personas refugiadas que se han visto forzadas a huir de sus países (unas 42,7 millones de personas).
Sudán, con 14,3 millones de personas refugiadas y desplazadas internas, se ha convertido en el país con el mayor número de desplazados de todo mundo, superando a Siria (con 13,5 millones de personas). Le siguen Afganistán (con 10,3 millones) y Ucrania (con 8,8 millones). Estas cifras sitúan los refugiados en torno a los 30,9 millones y los solicitantes de asilo en 8,3 millones. En este sentido, alerta de que 5,9 millones de esos refugiados son palestinos.
Países de acogida
El documento revela que, contrariamente a la percepción generalizada en las regiones más ricas, el 67% de las personas refugiadas se queda en los países vecinos, y son precisamente los países de renta baja y media los que acogen al 73% de los refugiados del mundo. De hecho, el 60 por ciento de las personas forzadas a huir nunca cruzan las fronteras de su propio país.
Si bien el número de personas desplazadas por la fuerza casi se ha duplicado en la última década, la financiación de ACNUR se encuentra ahora aproximadamente al mismo nivel que en 2015 debido a los recortes que están afectando la ayuda humanitaria. Esta situación es insostenible y expone a las personas refugiadas y a otras personas que huyen del peligro a una mayor vulnerabilidad.
«Incluso en medio de devastadores recortes, hemos visto algunos rayos de esperanza en los últimos seis meses», afirmó Grandi. «Casi dos millones de sirios han podido regresar a sus hogares después de más de una década de desarraigo. El país sigue siendo frágil y las personas necesitan nuestra ayuda para reconstruir sus vidas», explicó.
Más de 9 millones regresaron a sus hogares
En total, 9,8 millones de desplazados regresaron a sus hogares en 2024, incluidos 1,6 millones de refugiados (el número más alto en más de dos décadas) y 8,2 millones de personas desplazadas internas (el segundo número más alto jamás registrado).
Sin embargo, muchos de estos retornos se produjeron en un clima político o de seguridad adverso, tal y como ha denunciado Grandi. Por ejemplo, un gran número de afganos se vieron forzados a regresar a Afganistán en 2024 y llegaron al país en «condiciones desesperadas». En países como República Democrática del Congo (RDC), Birmania y Sudán del Sur, se produjeron nuevos desplazamientos significativos a pesar de que también hubo retornos de personas refugiadas y desplazadas a nivel interno.
El informe insta a continuar financiando los programas de ACNUR para «salvar vidas, ayudar a las personas refugiadas y desplazadas a volver a sus hogares, y reforzar las infraestructuras básicas y los servicios sociales en las comunidades de acogida».
Fracaso diplomático
Por su parte, el secretario general del Consejo Noruego para Refugiados (NRC), Jan Egeland, advirtió que el mundo «está rompiéndose». «Ya en 2024 vimos un número muy alto de desplazados, lo que demuestra nuestra incapacidad para defender a las familias de la violencia».
«Existe un fracaso global a nivel diplomático para lograr una resolución a los conflictos y para proteger a la población civil. El número de desplazados es ahora tres veces más alto que en 2011, y muestra una gran crisis global en torno a la gobernanza y la protección de los civiles», indicó, según un comunicado de la organización.
«Los gobiernos destinan cada vez más dinero a armamento en vez de utilizarlo para ayudar a los refugiados o proteger a los vulnerables. Los presupuestos destinados a asistencia humanitaria están cayendo en picado. Estamos listos para hacer mucho más con menos, pero esto no es sostenible de forma indefinida», indicó Egeland. Para el secretario, es aún más preocupante ver cómo la xenofobia y el nacionalismo están aumentado, pues señala que algunos de sus donantes más generosos se están volviendo cada vez más interesados. (35)