Desde Argentina, la exfiscal general del Estado ecuatoriano, Diana Salazar, compartió detalles inéditos sobre los efectos personales y familiares derivados de su lucha contra el crimen organizado en Ecuador. En una entrevista con la periodista Pilar Rahola para la cadena DNews, la exfuncionaria reveló cómo las amenazas contra su vida y la de su familia la llevaron a repensar su permanencia en el cargo, incluso antes de dejar el país.
Medidas extremas de seguridad para su hija de cinco años
Uno de los pasajes más duros de la entrevista se centró en la situación de su hija. “Mi hija de cinco años iba a la escuela con chaleco antibalas”, afirmó Salazar, al referirse al entorno de seguridad en el que vivía su familia. La exfiscal detalló que, ante el nivel de riesgo, se implementaron vehículos blindados y seguridad armada, incluso durante la rutina escolar.
Las amenazas habrían provenido de estructuras criminales investigadas durante su gestión, algunas de ellas ligadas a narcotráfico y lavado de activos, incluyendo redes que —según dijo— tenían acceso a información personal sobre ella y sus allegados.
Costo emocional y familiar del ejercicio del cargo de Diana Salazar
En su testimonio, Salazar reconoció que, pese a estar preparada para ejercer un cargo de alta exposición, el desgaste personal fue profundo. “He sacrificado muchas ausencias familiares”, dijo, aludiendo a la constante tensión, el miedo y la falta de normalidad en su entorno más cercano.
«Mi primera pareja no llego a comprender lo que significaba tener al frente a una mujer que tenía que liderar un equipo, que tenía que dedicarse para lo que nos habíamos comprometido que era la Fiscalía General, pero creo que la vida también nos trae recompensas», añadió Diana Salazar.
Estas vivencias, junto con el peligro persistente para su familia, influyeron en su decisión de no continuar en funciones al término de su periodo en la Fiscalía General y establecerse en el exterior para proteger su integridad y la de los suyos.
Hostigamiento por parte de estructuras criminales
Durante su administración, Diana Salazar lideró investigaciones de alto impacto contra redes criminales, algunas con presuntos vínculos políticos y policiales. Entre los episodios más críticos que mencionó figura la amenaza directa de Fabricio Colón Pico, cabecilla de una organización delictiva, quien, según Salazar, demostró conocer información privada sobre su familia, incrementando la percepción de vulnerabilidad.
Estas amenazas no solo fueron verbales, sino que —según el relato— vinieron acompañadas de un seguimiento coordinado e indicios de intentos de atentado frustrados. A pesar de contar con protección oficial, el nivel de inseguridad obligó a reforzar las medidas incluso dentro de su propio domicilio.
Designación de Diana Salazar como embajadora
Salazar, quien ocupó el cargo de fiscal general del Estado desde 2019, dejó su puesto el 20 de mayo, según informó a través de un video publicado en redes sociales.
Un día después, la Presidencia de la República del Ecuador anunció el nombramiento de Diana Salazar Méndez como embajadora extraordinaria y plenipotenciaria ante el Gobierno de la República Argentina. Lo hizo mediante el decreto ejecutivo N° 634.
Desde su salida de la Fiscalía, Salazar ha mantenido un perfil reservado, sin confirmar su residencia exacta, aunque ha participado en foros y entrevistas desde el extranjero. Esta reciente aparición representa uno de sus primeros relatos públicos desde su salida del cargo.