Siete lugares del mundo, desde islas habitadas por serpientes venenosas hasta cuevas con arte rupestre milenario, permanecen cerrados al público en general. Esto debido a razones de seguridad, preservación ambiental, cultural o militar. Estos sitios, ubicados en países como Brasil, Francia, India y Noruega, despiertan curiosidad global. Sin embargo, su acceso está estrictamente regulado o completamente prohibido por las autoridades competentes.
En un mundo cada vez más conectado, ciertos lugares permanecen fuera del alcance de los viajeros debido a su fragilidad, peligrosidad o importancia cultural. A continuación, se presentan siete lugares del mundo, emblemáticos, donde el acceso está restringido. Esto según información recopilada de fuentes confiables como UNESCO, gobiernos locales y reportes especializados. Una de ellas es una isla que nunca ha sido habitada por humanos.
Isla de Queimada Grande, Brasil: Ubicada a 35 kilómetros de la costa de São Paulo, esta isla es conocida como la “Isla de las Serpientes” por albergar miles de víboras Bothrops insularis. Se trata de una de las serpientes más venenosas del mundo. Se estima que hay hasta cinco serpientes por metro cuadrado. El gobierno prohíbe el acceso para proteger a los visitantes y a esta especie, permitiendo solo visitas científicas con autorización especial.
Cueva de Lascaux, Francia: Situada en Dordoña, esta cueva contiene pinturas de 17 mil años. Estas obras de arte han sido declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Tras su descubrimiento en 1940, fue abierta al público, pero el dióxido de carbono y la humedad de los visitantes dañaron las obras. Aquello llevó a su cierre en 1963. Actualmente, solo investigadores tienen acceso. Los turistas visitan una réplica conocida como Lascaux II.
Isla Sentinel del Norte, India: En el archipiélago de Andamán, esta isla es hogar de los sentineleses, una tribu aislada que rechaza cualquier contacto con el exterior. El gobierno indio prohíbe el acceso para proteger a la tribu de enfermedades foráneas y respetar su estilo de vida. Intentos de acercamiento han resultado en ataques hostiles, como el caso del misionero John Allen Chau. En 2018 los sentineleses devoraron y se comieron.
Bóveda Global de Semillas de Svalbard, Noruega: Conocida como la “Bóveda del Juicio Final”. Esta instalación en el Ártico almacena más de un millón de semillas de cultivos para preservar la biodiversidad agrícola ante catástrofes globales. Ubicada dentro de una montaña, su acceso está restringido a científicos y personal autorizado, garantizando la seguridad de este recurso vital.
Isla Poveglia, Italia: Situada en la laguna de Venecia, esta isla tiene un pasado sombrío como lugar de cuarentena para víctimas de la peste bubónica y, posteriormente, como hospital psiquiátrico. Las autoridades italianas prohíben las visitas debido a su estado de abandono y rumores de actividad paranormal, aunque su historia atrae a curiosos.
Santuario de Ise, Japón: Este complejo sintoísta en la prefectura de Mie es el más sagrado de Japón, dedicado a la diosa Amaterasu. Solo sacerdotes de alto rango y miembros de la familia imperial pueden acceder a sus áreas internas, mientras los visitantes solo pueden observar desde el exterior. Es un lugar al que ni siquiera los líderes más poderosos del mundo tienen acceso, al menos ninguno ha ingresado hasta la fecha.
Área 51, Estados Unidos: Ubicada en Nevada, esta base militar es famosa por las teorías conspirativas sobre investigaciones extraterrestres. Su acceso está restringido por motivos de seguridad nacional, y solo personal autorizado puede ingresar. Las autoridades estadounidenses confirmaron su existencia en 2013, pero su propósito exacto sigue siendo secreto. Son miles de hectáreas a la redonda que están siempre vigiladas.
Estos lugares del mundo, aunque fascinantes, están protegidos para preservar su valor cultural, ecológico o estratégico. Las restricciones buscan evitar daños irreparables, como la erosión de sitios arqueológicos, la extinción de especies o la exposición de comunidades vulnerables a enfermedades. Mientras algunos ofrecen alternativas como réplicas o visitas guiadas a áreas cercanas, otros permanecen completamente cerrados.
Los siete lugares están en varias partes del mundo
Aunque la tecnología permite explorar virtualmente muchos de estos lugares en el mundo, su acceso físico sigue siendo un privilegio reservado para pocos. Estas prohibiciones reflejan el equilibrio entre la curiosidad humana y la necesidad de proteger tesoros naturales, culturales y científicos para las generaciones futuras.