Estado de necesidad y medidas



 Ante la necesidad de focalizar los aspectos positivos, toda iniciativa económica debería ser medida. Creemos firmemente que es necesario hacer un reajuste de las finanzas públicas para lograr un equilibrio, pero estas acciones deben tener un enfoque esencial de desarrollo.

Los gobiernos, como administradores del Estado de derecho, deben entender primero la dinámica real de los negocios en la economía. Lo más sensato en tiempo de crisis, en medio de las adversidades del COVID-19 que vivimos los ecuatorianos, es optimizar los gastos, recuperar la cartera vencida en los sectores privados, como también recuperar el dinero desviado por aquellos exfuncionarios corruptos del sector público. Se generaría una ambiente de confianza -¡sería grandioso!- para la inversión nacional e internacional, con ello ganaríamos más fuentes de trabajo que conlleva al bienestar colectivo.
Hay que recuperar los recursos sustraídos ilegalmente, cuantiosas cuentas de los exfuncionarios.
Al hacer la observancia con sentido común, la corrupción ha tomado proporciones gigantescas, parecería ser una pandemia institucionalizada. Es muy lamentable que en tiempos difíciles seamos los ciudadanos en general quienes debamos pagar o reponer la ineficiencia y lo saqueado, además se adoptan “genialidades”, como subir el precio de los combustibles.
Es tiempo de poner en marcha la gran cirugía mayor, recuperar los dineros sustraídos que son del pueblo, y por una lógica fundamental, decirlo con mucho respeto que los ecuatorianos no somos culpables del colapso financiero de nuestro pobre y rico país. 
Considero necesario que los asambleístas que salieron electos el 7 de febrero del 2021 elaboren un proyecto de ley de extradición, en cuyo contexto se proponga extraditar a aquellos funcionarios prófugos de la justicia. También creo que es necesario reformar el Código Orgánico Integral Penal y se endurezcan las penas por los delitos relacionados con la corrupción.
Es muy notoria tanta corrupción enquistada en la administración pública.
En nuestra legislación se establece que los ecuatorianos tenemos derecho a dirigir quejas y peticiones individuales y colectivas a las autoridades y a recibir atención o respuestas motivadas. Dios quiera que en la Asamblea Nacional asuman la responsabilidad de elaborar un proyecto con carácter urgente, además es necesario fortalecer la democracia con mecanismos permanentes de transparencia, rendición de cuentas y control social.
 
Jorge Albán Delgado



WP Radio
WP Radio
OFFLINE LIVE