La espada personal de Napoleón Bonaparte, encargada en 1802, fue subastada por 5,12 millones de dólares en el Hôtel Drouot de París el 6 de junio de 2025, según informó la agencia AFP. La casa de subastas Giquello gestionó la venta de este sable, que alcanzó una cifra cercana al récord mundial de 5,23 millones de dólares establecido en 2007 por otra espada napoleónica. Declarada tesoro nacional por el Ministerio de Cultura de Francia, el arma, que estuvo en manos privadas por más de dos siglos, resalta por su valor histórico y simbólico.
El sable, diseñado por Nicolas Noël Boutet, director del taller de armas de Versalles, fue usado por Napoleón durante su etapa como Primer Cónsul. Sus ornamentos y acabados reflejan la estética napoleónica, proyectando poder y autoridad. Tras la derrota de Napoleón en Waterloo en 1815, el emperador obsequió la espada a Emmanuel de Grouchy, último mariscal del imperio. Desde entonces, permaneció en posesión de la familia Grouchy, fuera del alcance público, hasta su reciente subasta. Solo una réplica idéntica existe en el Hermitage de San Petersburgo, lo que aumenta su exclusividad.

Un sable que es un «tesoro nacional»
La venta del sable, que combina sofisticación técnica con simbolismo histórico, atrajo a coleccionistas internacionales, impulsada por la creciente demanda de objetos napoleónicos en Francia. Según AFP, el mercado de coleccionismo de piezas relacionadas con Napoleón Bonaparte ha experimentado un auge en los últimos años, con subastas que alcanzan cifras millonarias. En 2007, la espada utilizada por Napoleón en la batalla de Marengo marcó un hito al venderse por 5,23 millones de dólares, consolidando el interés global por estos artefactos.
El Ministerio de Cultura francés otorgó al sable el estatus de “tesoro nacional”, una designación que impone restricciones legales para evitar su exportación. Esta medida permite a las autoridades galas ejercer un derecho de adquisición preferente si el comprador intenta venderlo fuera de Francia, asegurando que el objeto permanezca como parte del patrimonio cultural del país. Otros objetos napoleónicos, como medallas y documentos, también han recibido esta protección, reflejando su relevancia para la memoria colectiva francesa.
Un legado de Napoleón Bonaparte
La espada no solo representa un hito militar, sino también el legado de Napoleón Bonaparte como figura clave en la historia europea. Su diseño, con emblemas personales del emperador, subraya su intención de proyectar autoridad incluso en objetos cotidianos. La manufactura de Boutet, reconocida por su precisión, eleva el valor artístico del sable, que combina funcionalidad con estética. La pieza, descrita como una reliquia de linaje excepcional por su trayectoria en la familia Grouchy, es un testimonio de la influencia duradera de Napoleón.
El interés en objetos napoleónicos refleja una fascinación global por su figura, alimentada por su impacto en la política, la guerra y la cultura. En 2024, subastas de memorabilia napoleónica en Europa generaron más de 13 millones de dólares, según datos del mercado de coleccionismo. La protección de estas piezas como tesoros nacionales busca equilibrar el interés comercial con la preservación cultural, garantizando que objetos como este sable permanezcan accesibles para futuras generaciones.