El embajador de la Misión de Observación de Palestina ante las Naciones Unidas, Riyad Mansour, no pudo contener las lágrimas. Ocurrió durante su intervención en la última sesión del Consejo de Seguridad, celebrada este jueves en la sede de la ONU en Nueva York. Mansour expuso la grave crisis alimentaria que afecta a la población de la Franja de Gaza, destacando la urgencia de una respuesta internacional para abordar la situación humanitaria.
El diplomático, visiblemente conmovido, detalló las condiciones extremas que enfrentan los habitantes de Gaza. Allí, el acceso a alimentos, agua potable y servicios básicos se ha deteriorado significativamente. Según datos de la ONU, más del 80% de la población gazatí depende de asistencia humanitaria para sobrevivir, mientras que los bloqueos y restricciones han limitado la entrada de suministros esenciales.
Embajador Riyad Mansour hizo un pedido
El embajador Riyad Mansour instó a la comunidad internacional a garantizar el acceso a recursos vitales y proteger los derechos humanos de los palestinos. Durante su discurso, el embajador hizo referencia a informes recientes de agencias humanitarias que alertan sobre el riesgo de hambruna en la región. “Estamos hablando de niños que no tienen qué comer”, afirmó Mansour, antes de que la emoción interrumpiera su intervención.
Su reacción, captada por las cámaras, resonó en la sala y generó un momento de silencio entre los representantes de los países miembros del Consejo. La sesión del Consejo de Seguridad se centró en evaluar la situación en Medio Oriente, con un enfoque particular en el conflicto palestino-israelí. La crisis alimentaria en Gaza, ha sido clasificada por la ONU como una de las peores emergencias humanitarias de la región.
Comunidad internacional ignora la tragedia
Según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), más de 2 millones de personas en Gaza enfrentan inseguridad alimentaria severa. Los sistemas de salud y educación están al borde del colapso. El embajador Riyad Mansour también pidió el cese de las restricciones al movimiento de bienes y personas. “La comunidad internacional no puede seguir ignorando esta tragedia. Es un imperativo moral actuar ahora”, subrayó.
Otros representantes en la sesión, incluidos los de países como Noruega y Francia, expresaron su preocupación por la situación. Ellos también abogaron por un aumento en la asistencia humanitaria. El contexto de la intervención del embajador Riyad Mansour se enmarca en un conflicto de larga data, donde las tensiones entre Israel y Palestina han generado repetidas crisis humanitarias.
No hubo resolución final en el Consejo de la ONU
La Franja de Gaza, con una población de aproximadamente 2.1 millones de habitantes, ha enfrentado bloqueos desde 2007. Aquello ha limitado el desarrollo económico y el acceso a servicios esenciales. Organizaciones internacionales, como Amnistía Internacional y Human Rights Watch, han documentado el impacto devastador de estas restricciones en la población civil. La sesión del Consejo de Seguridad no culminó con resoluciones concretas.
Sin embargo, puso en evidencia la necesidad de una acción coordinada para abordar la emergencia. La intervención de Mansour, marcada por su carga emocional, subrayó la gravedad de la crisis y la urgencia de medidas efectivas para aliviar el sufrimiento en Gaza. La comunidad internacional sigue atenta a los próximos pasos del Consejo de Seguridad, mientras la situación en la Franja de Gaza continúa deteriorándose.