El padre y los tres hijos murieron lentamente



Sus hijos heredaron el gusto por la construcción. Les había inculcado el trabajo y hasta se había trazado una idea para juntos regalar una casa a su mamá, allá en su natal Cotopaxi.

Ese era el sueño que Luis Hernán Alomoto, de 52 años, y sus tres hijos, Edwin, Alexis y Jonathan, se llevaron a la tumba.
Así contó su hermano Patricio, quien llegó desde la parroquia Toacazo, de esa provincia, para estar presente en el velatorio de Luis Hernán y sus hijos, que se desarrolló en Santo Domingo, lugar de la tragedia.

Luis Hernán, Edwin (32), Alexis (30) y Jonathan (15) murieron la mañana del lunes cuando entraron a una cisterna, se intoxicaron al inhalar gases tóxicos, en la lotización Buenos Aires, sector de la universidad UTE, de Santo Domingo.

En Cotopaxi se enteraron de la tragedia por la aplicación WhatsApp, pero solo les habían informado que había fallecido Luis Hernán, cuando llegaron a Santo Domingo se encontraron con una desgracia mayor.
Ellos fueron sepultados esta mañana.

Quedaron otros hijos, ocho más entre varones y mujeres. Patricio queda preocupado por la salud de su cuñada, la esposa de Luis Hernán esta afligida por la tragedia y padece de enfermedad en sus riñones y pronto le harán diálisis, contó el hombre.

A las nueve y media de la mañana del lunes Luis Hernán y los suyos llegaron a desencofrar el aljibe en una propiedad privada.
Estaban junto a dos hombres más, Jordy Ponce y su tío Luis Chifla. Éste último advirtió que deberían esperar un tiempo para entrar, porque había gases acumulados y aquello era peligroso para la salud.

Sin embargo su sobrino bajó, al verlo que se desmayó los demás intentaron ayudarlo y les ocurrió lo mismo.
Al sitio llegaron ambulancias, policías y bomberos.
La unidad de rescate bomberil también arribó al lugar, el personal se colocó tanques de autocontenido, portando mascarillas, y procedió a extraer los cuerpos.
Los paramédicos del Ministerio de Salud comprobaron el deceso de las cuatro personas.
Hugo Parra, jefe del Cuerpo de Bomberos, aclaró que la causa del fallecimiento fue intoxicación por inhalación de gases tóxicos.
Detalló que presumen que la cisterna estuvo cerrada por más de 30 días. “Como estaba en construcción, las cañas guadúas estaban soportando la loza de la cisterna,   abajo había 30 centímetros de agua, con el calor empezó a descomponerse y esto generó gases, recordemos que de la caña guadúa sale el alcohol metílico y parte de esos componentes es el amoníaco. El rato que los albañiles abrieron y se metieron de una empezó lo fuerte, eso se llama acidosis, es cuando tienes una concentración de gases raros en la sangre y eso causa una muerte lenta”, explicó el experto.
A causa de la inhalación, Hernán y sus hijos padecieron una muerte lenta, indicó Parra.



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