El comercio en línea se incrementó con la pandemia del covid-19



Compártelo con tus amigos:

El repunte que tienen las ventas en redes sociales es cada vez más aprovechado por emprendedores. Comerciantes de todo tipo de artículos recurren a diario a estos espacios para mantener a flote sus pequeños negocios, muchos de los cuales no cuentan con un espacio físico.
Con la pandemia del covid-19, el comercio en línea se incrementó y las oportunidades para los vendedores también aumentaron.
Les basta una computadora o un teléfono celular para animar a las personas a que les compren a través de Facebook, WhatsApp e Instagram.
Isabel Macías lleva dos años en esta forma de negocio.
Empezó con la venta de zapatos femeninos importados de Colombia.
Sus primeras ofertas las hizo en una cuenta de Instagram, que lleva su nombre con el acompañamiento online.
Además, vinculó sus perfiles personales y su número de WhatsApp como parte de la estrategia comercial.
De esa forma iba rompiendo con sus miedos iniciales.

> DUDAS. Al principio el negativismo la invadía por la incertidumbre de si le funcionaría o no la tienda virtual.
Estaba arriesgando una parte de la liquidación que obtuvo producto de su desvinculación en una universidad, donde cumplía las funciones de técnica en informática.
Invirtió 500 dólares con los cuales compró calzado en Pasto e Ipiales.
Los modelos y la marca cautivaron a sus primeras clientas, al punto de que no se resistían a ordenarlos tras la primera impresión.
La joven emprendedora diseñó una galería de fotos a modo de catálogo para cautivar a las compradoras.
Trató de cuidar la estética de fondo y los detalles complementarios de la imagen.
La idea era que el producto se vendiera por si solo, como de hecho ocurrió.

> SEDUCTORES. Los mensajes que escribió también fueron determinantes, pues utilizaba palabras acordes para la ocasión en las que podían utilizar el accesorio y una breve explicación sobre la comodidad que otorga llevarlos.
La respuesta de las compradoras fue tan abrumadora que en la primera venta la negociante recuperó el capital de la inversión y obtuvo $ 500 adicionales en ganancias, que le ayudaron para seguir surtiendo su tienda.
Actualmente sus ingresos mensuales llegan hasta $ 1.500. Y su portafolio de clientes pasó de 25 a 100. Para esta emprendedora, la mejor forma de seguir en el mercado y no decaer es llegar con un producto nuevo y que se diferencie de la competencia, tanto en estilos como en costos.
Así define su filosofía de trabajo. Pero además habla de persistencia y constancia. No es solo subir una foto y dejarla morir.
“Hay que darle movimiento vinculándola con otras redes sociales, compartiéndola en grupos y atendiendo en lo posible todas las dudas que se dejan en comentarios y en mensajes internos. La gente necesita convencerse de que la compra será fiable y garantizada”, agrega Isabel Macías.  

> SONDEOS. La emprendedora Laura Cobeña sabe muy bien que esos detalles son claves para que el negocio sea más atractivo.
Esta comunicadora social considera también que un sondeo básico sobre las necesidades de la gente ayudan a competir.
Hay que analizar costos de la competencia posibles salidas rápidas del producto y diferentes opciones con colores, estilos, etc.
Cobeña se vinculó a las ventas en línea en abril del año pasado, cuando iniciaba la emergencia sanitaria.
De su anterior trabajo había sido despedida y para no detenerse encontró una alternativa en el comercio electrónico.
Su hermano Alejandro la motivó para emprender con $ 100 que había reservado de la liquidación.
El chico estaba sin trabajo porque su escuela de fútbol cerró por las medidas dispuestas por las autoridades.
Así que ambos pusieron a andar el comercio en línea, con la venta de mascarillas y otras protecciones contra el coronavirus.
Los ingresos diarios llegaron hasta los $ 250, lo cual ya daba señales de que todo marcharía bien.
Más tarde incursionaron en la venta de zapatos, productos para el hogar, para limpieza y accesorios electrónicos.

> INTEGRACIÓN. El buen ritmo del negocio contagió a su padre.
Él entró como inversionista ‘mayoritario’ con el dinero que obtuvo de su jubilación. Ahora la tienda creció en volumen de productos y también se hizo física. La familia tiene un pequeño local en el sector Santa Martha. En las estanterías hay de todo.
Se consiguen artículos desde $ 2 hasta 50 dólares.
Laura Cobeña reconoce que hay cierta ventaja cuando se tiene contactos y referencias personales, lo cual apalanca la estrategia de comercio.
En su teléfono tiene más de 3.000 números entre autoridades, familiares, colegas, vecinos y amigos.
Cobeña tiene una página en Facebook y además utiliza las historias de WhatsApp para ofertar sus productos. La gobernadora Tsáchila, Diana Aguavil, es fiel clienta en la tienda de los Cobeña. Cierto día le dijo a Laura: “ya no suba más historias porque me dan ganas de seguir comprando más y más”. La periodista solo sonríe y no niega que a veces alguien puede molestarse por ver ese círculo de las historias de la red social repleto de ofertas.  
>CONOCER. Según un sondeo de la Cámara de Comercio de Santo Domingo, hoy el 45 por ciento de la producción de los establecimientos se coloca a través de acuerdos por WathsApp, Facebook, Instagram y páginas web. En la provincia hay 99 mil 257 negocios, según el Servicio de Rentas Internas. 



WP Radio
WP Radio
OFFLINE LIVE