El ministro del Interior de Ecuador, John Reimberg, ha anunciado que los 1.000 presos colombianos deportados tienen prohibido ingresar al país durante los próximos 40 años. Esta disposición se aplica a los reclusos que cumplían penas en diferentes cárceles ecuatorianas y que ahora regresan a Colombia. Reimberg afirmó con contundencia que no permitirán que la violencia y el crimen organizado traspasen sus fronteras ni se instalen en las calles del país.
El inicio de la repatriación de estos presos implicó el traslado de los primeros 700 individuos, lo que ha generado denuncias desde Colombia por considerar que esta medida se adoptó de forma unilateral e inamistosa. El ministro del Interior explicó en sus redes sociales que esta acción se alinea con la política de tolerancia cero contra el crimen organizado, rechazando cualquier presencia de delincuentes que atenten contra la seguridad nacional. Además, resaltó que la seguridad de los ecuatorianos permanece como prioridad absoluta.
Ecuador: medidas contundentes contra el crimen organizado
El ministro detalló que la mayoría de los presos extranjeros estaban finalizando sus condenas por delitos como robo, receptación, tráfico de drogas y delitos contra la propiedad. No obstante, algunas personas deportadas aseguraron haber cumplido solo una parte de sus sentencias. Por ejemplo, un reo dijo haber cumplido apenas dos años de una condena de diez y otro algo más de un año de una pena de tres años. Estas discrepancias no merman el compromiso del Gobierno de Ecuador con la seguridad y el orden.
Reimberg remarcó que seguirán firmes en sus acciones para proteger a la población. Destacó que, frente a la escalada de violencia carcelaria, Ecuador ha declarado el país en «conflicto armado interno» para enfrentar a las organizaciones criminales que han convertido las cárceles en focos violentos. Esta declaración se dio en enero de 2024 como parte de una estrategia nacional para fortalecer el control y la seguridad en el territorio.
Contexto y consecuencias de la repatriación masiva
En el marco de la crisis carcelaria, el presidente Daniel Noboa impulsó medidas que incluyen la repatriación de presos extranjeros desde el año pasado. Aproximadamente 3 200 presos, equivalentes al 10% de la población carcelaria, fueron enviados a sus países de origen, en su mayoría colombianos y venezolanos. Esta política busca reducir la influencia de bandas criminales dentro de las cárceles y mejorar la seguridad interna en Ecuador.
Cabe señalar que esta repatriación masiva ha tensado las relaciones diplomáticas con Colombia, que considera estas acciones como poco coordinadas y poco amistosas. Sin embargo, el gobierno ecuatoriano mantiene que estas decisiones respaldan su estrategia de combate frontal al crimen y la violencia.