¡Échale mariachi!… los artistas de Santo Domingo buscan reactivarse

La última salida les llegó como caída del cielo.  La semana había estado para nada movida y el jueves al fin fueron contratados para cantarle a una madre de familia.
Eran las 19h30 y los mariachis Pablo Enrique Johnson, Francisco Loor y Manuel García  arribaban al sector Villa Florida, en Santo Domingo.
Con guitarras, trompeta y parlante se organizaron rápidamente para empezar la serenata, una de las primeras de la jornada de estos días en honor a las madres.

Del repentino silencio a la entonación de la canción Madrecita de mi vida, en este sitio de calles de tierra, la música se desbordó por todos los rincones.
La homenajeada se asomó a la ventana en un segundo piso y desde ahí escuchó otros cantos del repertorio, como Para ti madrecita, Madre amiga fiel y Dios bendiga nuestro amor.  

El espectáculo de los tres hombres, que vestían trajes de color negro con bordados brillantes y amplios sombreros, se cumplió en la calle, como norma indispensable para evitar el contacto cercano con los clientes. Es una de las formas a las que se habitúan desde el comienzo de la pandemia por el coronavirus, que no solo les ha cambiado la costumbre de llegar con las serenatas, sino que les ha dejado un fuerte golpe económico.

El mariachi Johnson lleva 34 años en la música en tierra Tsáchila.
Cuenta que el nuevo virus les ha significado una de las peores crisis en la historia de esta ‘industria’.
Normalmente una época baja para los mariachis era en la víspera al inicio de clases en la Costa y también los días del carnaval.
Pero esta vez, y desde hace más de un año, vienen sumando caídas tras caídas.

Las restricciones impuestas por las autoridades, como la movilidad vehicular y de personas, hizo que estos cantantes fueran excluidos de una actividad que tiene sus picos altos los fines de semana.
En Santo Domingo hay unos 40 mariachis activos. Se los encuentra casi a diario en el parque Joaquín Zaracay.  
En las últimas semanas tienen que retirarse temprano debido a la medida de la movilidad vehicular que les impide circular pasadas las 20h00.
Desde las 17h00 empiezan a concentrarse en el lugar a espera de que algún cliente les pida una serenata por una reconciliación, pedida de mano o cumpleaños.

Paúl Loor del grupo ‘Mariachi El Rey’ atendió dos contratos la noche del jueves.
Uno de esos fue en las parrilladas ‘D’ Nancy’.
Hasta ahí, los cuatro integrantes llegaron con protectores faciales y mascarillas. Se ubicaron a más de un metro de distancia con relación a la mesa de la homenajeada.  
Loor también coincide que la baja es notable ante la falta de reuniones sociales que se hacían en las noches y fines de semana. A eso hay que sumarle la hora que empiezan las restricciones (20h00) que los hace trabajar a contrarreloj estos días.

COSTO. Pablo Enrique Johnson asegura que pese a todo la demanda de estos artistas nunca bajó en su totalidad.
Él, por ejemplo, atiende 15 contratos a la semana actualmente. Antes de la crisis por el covid-19 salía hasta 35 veces. Lo que sí ha mermado es el costo.
Ahora cobran entre 50 y 60 dólares frente a los $ 80 de los buenos tiempos.
Esta reducción los llevó también a dejar de lado a viejos compañeros de oficio, con la finalidad de que les alcance a todos el poco ingreso que tienen.
Johnson trabaja en este momento con tres de cinco compañeros que antes conformaban el equipo.
Debió de pedirle a sus otros dos amigos que se independizaran o buscaran otros grupos porque él ya no podía cubrir sus servicios.
La noche del jueves estos mariachis finalizaron la jornada con $ 20 dólares en sus bolsillos.
Fue el único contrato que tuvieron ese día, pero mantienen la esperanza de que les busquen para los homenajes de este fin de semana.

El Comité de Operaciones de Emergencia Nacional les autorizó laborar desde el viernes hasta el domingo.
Se lo hizo porque esos días hay restricción total en 16 provincias del Ecuador, entre ellas Santo Domingo.
Aún así, los mariachis creen que no todos podrán laborar. Algunos todavía no tienen el Registro Único de Contribuyentes (RUC) y otros el Registro Único de Artistas y Gestores Culturales (RUAC).

El grupo ‘Al Son del Mariachi’ sostiene que la mayoría tiene el RUC, pero otros siguen esperando que les autoricen el segundo.
Este trámite demora porque se deben hacer distintas verificaciones.
Para este sector de artistas, la falta de uno de esos documentos los vuelve vulnerables a una posible sanción. Por eso piden a las autoridades que sean flexibles en caso de que los encuentren durante los controles.