La Policía Nacional desmanteló una red de contrabando que operaba entre Perú y Ecuador, abasteciendo comercios en La Bahía de Guayaquil. Durante la madrugada del 27 de mayo, se ejecutó la Operación Fénix 153, que permitió desarticular una organización dedicada al contrabando de mercancía y la defraudación tributaria. Esta operación se realizó en coordinación con la Fiscalía General del Estado y unidades tácticas especializadas, concentrándose en las provincias de El Oro y Guayas. La investigación tomó varios meses y reveló que el grupo delictivo operaba en la frontera sur del país.
La banda ingresaba mercancías de origen extranjero, presuntamente desde Perú, a través del Puente Internacional Aguas Verdes–Huaquillas. Utilizaban triciclos y moto-cargas para transportar la mercancía. Posteriormente, almacenaban los productos en bodegas donde se etiquetaban como si fueran fabricados en Ecuador, simulando legalidad para su comercialización en locales del sector de La Bahía, en Guayaquil. Este modus operandi evidenció un esquema sofisticado de contrabando que afectaba la economía local y nacional.
Red de contrabando: operativo y decomisos
Durante la intervención, las autoridades allanaron ocho inmuebles vinculados a la red de contrabando. Se decomisaron aproximadamente 5,000 unidades de mercancía ilegal, cinco vehículos, un arma de fuego, seis teléfonos celulares y varios documentos. La mercancía retenida tiene un valor aproximado de 1,6 millones de dólares. Además, el perjuicio fiscal por evasión de impuestos se estima en 4,5 millones de dólares, según las autoridades. Estos datos reflejan la magnitud del impacto económico causado por esta red criminal.
Fueron detenidos ocho ciudadanos ecuatorianos, sin antecedentes penales. Entre los aprehendidos, una mujer de 49 años y siete hombres con edades entre 26 y 57 años.
Por su parte, las autoridades no descartan que esta organización tenga vínculos con grupos delictivos organizados que operan en la frontera sur de Ecuador. Asimismo, destacan que la estructura y el modus operandi detectado sugieren una conexión con redes criminales más amplias, lo que podría implicar una mayor complejidad en la lucha contra el contrabando en la región.
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