Una pareja resultó asaltada y agredida por dos delincuentes, uno disfrazado de repartidor de una empresa de motomandados, en la ciudadela Ietel, norte de Guayaquil. Los asaltantes, que operaban bajo la modalidad “sacapintas”, siguieron a las víctimas desde un centro comercial tras retirar más de mil dólares. Al llegar e ingresar a su domicilios los abordó un delincuente armado.
Según imágenes grabadas por las cámaras de la vivienda se observa al hampón portar una mochila que usualmente usan los repartidores. El robo, muestra a la mujer forcejeando con el delincuente armado, vestido como repartidor, quien intentó arrebatarle un bolso. Durante el enfrentamiento, la víctima resultó lanzada al suelo, mientras su esposo recibió varios golpes en la cabeza con una pistola.
Delincuente disfrazado portaba un arma de fuego
Según allegados, la pareja sufrió lesiones en la cabeza causadas por los asaltantes, quienes usaron las empuñaduras de sus pistolas. Los delincuentes huyeron a bordo de una motocicleta con el dinero y pertenencias de la pareja. Este incidente evidencia el resurgimiento de la modalidad “sacapintas”, denunciada hace dos meses en Guayaquil. Las bandas operan desde centros comerciales, donde identifican y marcan a sus víctimas para seguirlas.
El caso de Ietel se suma a una serie de asaltos similares que han generado alarma entre los ciudadanos. A pesar de los patrullajes diarios de militares y policías en la ciudad, los habitantes reportan que las medidas son insuficientes para frenar la delincuencia. Guayaquil, uno de los principales centros urbanos de Ecuador, enfrenta un incremento de robos violentos, especialmente en zonas residenciales como el norte de la ciudad.
Ciudadanía demanda mayor seguridad
La modalidad “sacapintas” explota la rutina de los ciudadanos que realizan transacciones bancarias, aprovechando la falta de vigilancia en ciertos sectores. Las autoridades aún no han emitido un pronunciamiento oficial sobre el asalto en Ietel, pero la difusión de las imágenes en redes sociales ha intensificado las demandas de mayor seguridad.
Los residentes exigen acciones concretas para desarticular estas bandas organizadas, que utilizan disfraces y estrategias coordinadas para cometer sus delitos. El contexto de inseguridad en Guayaquil refleja un desafío persistente para las fuerzas del orden. Se busca contrarrestar el crimen en una ciudad clave para la economía ecuatoriana. La investigación del caso está en curso, aunque no se han reportado detenciones hasta el momento.