Tomar vacaciones laborales es un derecho clave para el bienestar y la productividad de los trabajadores. Sin embargo, muchas personas no logran desconectarse del trabajo durante su descanso, lo que afecta tanto la salud mental como la efectividad del descanso. Expertos en bienestar laboral han identificado una serie de comportamientos que es mejor evitar durante las vacaciones, con el fin de garantizar una verdadera recuperación física y emocional.
Revisar el correo o mensajes laborales
Uno de los errores más frecuentes durante las vacaciones es consultar el correo electrónico o responder mensajes de trabajo. Aunque parezca inofensivo, esta práctica interfiere con la desconexión mental necesaria para descansar. Según un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), más del 30 % de los trabajadores en América Latina revisan sus mensajes laborales al menos una vez al día durante sus vacaciones.
Esto genera un estado de alerta constante que impide al cuerpo y la mente alcanzar los niveles de relajación necesarios. La recomendación principal es configurar respuestas automáticas, delegar tareas y notificar a los equipos sobre la ausencia antes de salir.
Programar agendas o reuniones futuras
Otro comportamiento que interrumpe el descanso es dedicar tiempo a planificar actividades laborales futuras. Aunque no implique trabajo inmediato, pensar en tareas pendientes o agendar reuniones post-vacacionales mantiene al cerebro en modo laboral.
Expertos en psicología organizacional sugieren que los empleados deben evitar la planificación anticipada durante el descanso y en su lugar, dedicar tiempo a actividades recreativas que no impliquen responsabilidades laborales.
Mantenerse hiperconectado en vacaciones
Estar todo el día pendiente del teléfono o las redes sociales también puede sabotear el descanso. Aunque las vacaciones pueden parecer un buen momento para ponerse al día con el contenido digital, el uso excesivo del celular o dispositivos electrónicos puede incrementar el estrés y la fatiga visual.
Especialistas en salud recomiendan establecer momentos del día para usar dispositivos y preferir actividades al aire libre, ejercicios de relajación o interacción directa con familiares y amigos para fomentar una desconexión efectiva.
Olvidar que el descanso también requiere estructura
Si bien las vacaciones deben romper con la rutina laboral, descuidar completamente los hábitos saludables también puede resultar contraproducente. Dormir mal, comer en exceso o eliminar completamente la actividad física pueden afectar el bienestar general.
La sugerencia de profesionales en salud integral es mantener una estructura flexible, con horarios de sueño regulares, alimentación balanceada y al menos una actividad física ligera al día, lo que mejora la recuperación corporal y el estado de ánimo.
Llevar “trabajo encubierto” en el equipaje
Muchas personas llevan consigo libros técnicos, laptops “por si acaso” o incluso documentos de lectura relacionados con su trabajo. Aunque se trate de una intención de aprovechar el tiempo, esto envía señales contradictorias al cerebro, que no logra percibir el cambio entre espacio de trabajo y espacio de descanso.
La clave está en separar completamente los entornos. En lugar de literatura técnica, se recomienda optar por libros de ocio, música relajante o actividades manuales.
No definir límites con jefes o compañeros
El contacto laboral fuera del horario o durante las vacaciones puede producirse si no se han establecido límites claros antes de salir. Especialistas en relaciones laborales aconsejan que, antes de tomar vacaciones, se debe:
- Informar formalmente sobre el período de ausencia
- Establecer un contacto alternativo en la empresa
- Indicar explícitamente que no se responderán mensajes laborales
Esto no solo protege al trabajador, sino que también fomenta una cultura organizacional saludable, donde el respeto por el tiempo de descanso es una norma compartida.
La importancia de desconectar para reconectar
Diversos estudios demuestran que las vacaciones bien aprovechadas mejoran el rendimiento, reducen el ausentismo y fortalecen la motivación. Pero para lograrlo, es imprescindible evitar comportamientos que sabotean el descanso. La desconexión no es un lujo, sino una necesidad laboral, emocional y física.