Ocho días después de un ataque armado en el night club El Imperio, en Manta, Manabí, se pide el cese de la violencia a través de un cartel.  El ataque dejó cinco trabajadores asesinados y desde la masacre, el establecimiento ha permanecido cerrado. 

El night club El Imperio, ubicado en la vía Manta-Rocafuerte, cerca del redondel del tramo tres de la Circunvalación, está cerrado desde la noche del 16 de julio de 2025, tras asesinato. Esa noche un grupo de hombres armados, a bordo de un vehículo, disparó indiscriminadamente desde la entrada del establecimiento. La violencia dejó un saldo de cinco víctimas mortales y un artefacto explosivo que no detonó.

Víctimas del ataque

Las víctimas de El Imperio, identificadas como Darwin Fernando Sánchez Briones (42 años), Jorge Luis Navarrete Briones (42 años), Jorge Eduardo Ruperti García (54 años), Luis Fernando Macías Alcívar (25 años) y Xavier Omar Aguilar Quintana (28 años), eran trabajadores del lugar. Según el Consejo de la Judicatura, Navarrete tenía un proceso por tenencia de armas (2013) y Ruperti por lavado de activos (2014).

Nueve días después, el 25 de julio, un cartel colgado en la puerta del Imperio expresó el clamor de los propietarios y trabajadores: “Pedimos misericordia y rogamos que no sea blanco de ataques armados, a personas que nada tienen que ver con nadie. Solo buscamos el pan de cada día para nuestras familias”. En letras grandes, el mensaje concluye: “Queremos que nos dejen trabajar en paz”.

Este grito de auxilio refleja el temor de los empleados ante la violencia desatada en Manta, una ciudad golpeada por el crimen organizado.

Contexto de la masacre y su relación con Los Lobos

La masacre en El Imperio ocurrió horas después del asesinato de Flavio Leonardo Briones Chiquito, alias Jefe, Patrón, Iguana o Mexicano, un presunto líder de Los Lobos, acribillado junto a su esposa, Génesis Michelle Mendoza Tuárez, y dos custodios en la vía a San Mateo, el mismo 16 de julio. Briones, era considerado un pilar logístico de Los Lobos en el tráfico de drogas hacia Centroamérica y Norteamérica.

La Policía Nacional, según el comandante Giovanni Naranjo, identificó a Briones como un “objetivo de intermedio valor” y vinculó la masacre en El Imperio a una posible represalia por su muerte, atribuida a Los Pepes, un grupo que dejó un panfleto en el lugar del ataque al club.