El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) destinó $77 millones en un aval para fomentar la inversión privada en el sector eléctrico de Ecuador. Este respaldo prioriza fuentes de energía renovable no convencional, como la solar y eólica. La iniciativa busca fortalecer la matriz energética del país. Además, el BID espera atraer capital privado para diversificar la generación eléctrica.

La garantía forma parte de una línea de crédito condicional de $140 millones. Este financiamiento reduce el riesgo país y promueve la participación de inversionistas en proyectos eléctricos. El objetivo es incrementar la capacidad energética en 820 megavatios mediante 12 proyectos seleccionados por el Ministerio de Energía. Así, Ecuador avanza hacia un sistema eléctrico más sostenible.

Fortalecimiento del sector eléctrico de Ecuador

El BID también aprobó una cooperación técnica de $3 millones para optimizar la gestión de entidades como Arconel, reguladora del sector eléctrico. Esta acción se alinea con el Plan Maestro de Electricidad, que busca garantizar un suministro eléctrico estable. La medida pretende evitar racionamientos eléctricos, como los vividos en 2023. Además, refuerza la infraestructura para proyectos de energía renovable.

El aval del BID ofrece condiciones financieras flexibles, con un plazo de hasta 25 años y un periodo de gracia de 5,5 años. La tasa está vinculada al índice SOFR, lo que facilita la participación de inversionistas privados. Con esta iniciativa, el BID espera movilizar cerca de $1.000 millones en inversión privada. Así, Ecuador diversifica su matriz energética con energías limpias.

Impacto en la sostenibilidad

Esta inversión en energía renovable posiciona a Ecuador como líder en sostenibilidad en la región. Los proyectos de energía solar y eólica reducirán la dependencia de fuentes tradicionales. Además, generarán empleos y dinamizarán la economía local. 

Según el BID, la diversificación de la matriz energética es clave para el desarrollo sostenible. Los 820 megavatios adicionales garantizarán un suministro eléctrico confiable a largo plazo. Este esfuerzo refleja el compromiso de Ecuador con las metas climáticas globales.