Dicen que no hay tristeza que se resista a un bolón. Es verdad, nada más delicioso que un bolón para sentir que aún todo vale la pena. O la comida de mamá, por ejemplo, las madres tienen una receta especial, un no sé qué, que siempre nos ensancha el corazón (y otras partes del cuerpo). Está confirmado científicamente: nuestro estado de ánimo puede mejorar con la comida. En nuestro organismo tenemos un neurotransmisor llamado serotonina, que se encarga de generar las sensaciones de bienestar y felicidad, y que si no se encuentra en cantidades normales puede llegar a provocar trastornos como ansiedad, depresión o tristeza. Los aminoácidos no se elaboran solos, debemos obtenerlos de algunos alimentos. Los doctores recomiendan comer huevo, nueces, pescado, chocolate, leche, entre otros. Mi fórmula para sentirme mejor es el batido de mora. Siento que ese dulce me llena de esperanza, realmente funciona, la tristeza no se va, pero sonríes por el placer que otorga las pequeñas cosas. Y sonreír en estos tiempos es bastante.