El comandante Julio Roca, del Cuerpo de Bomberos de Manta, aclaró este 2025 los cuestionamientos por la atención de una emergencia en Los Esteros, donde un herido por arma de fuego no recibió asistencia inmediata. Según la institución, el hecho respondió a la aplicación del Código Plata, protocolo interinstitucional vigente desde enero de 2023 que obliga a esperar la presencia policial antes de que una ambulancia ingrese a una escena violenta.
Protocolos y seguridad en emergencias violentas
Roca indicó que la labor de bomberos es altruista, disciplinada y permanente, con más de 3.700 emergencias médicas atendidas en 2023. Sin embargo, explicó que en los casos de violencia existen restricciones operativas.
El comandante señaló que, por normativa, las ambulancias no pueden ingresar a un lugar donde se reporten disparos o víctimas de ataques hasta que la Policía Nacional asegure la zona. “Si la ambulancia llega sin custodia, se pone en riesgo al personal y al paciente”, afirmó.
Este protocolo se conoce como Código Plata, cuyo artículo 6.3.1 exige seguridad policial durante la atención hospitalaria y el transporte del paciente hasta un centro médico, dijo.
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Caso en Los Esteros
El incidente que generó observaciones se registró cuando el ECU-911 recibió una alerta por un incendio vehicular y simultáneamente por una persona herida de bala. La central asignó a bomberos el control del incendio y una ambulancia del Ministerio de Salud Pública (MSP) para la atención del baleado.
Roca explicó que, aunque bomberos estaban a pocas cuadras, no podían intervenir sin la presencia de la Policía. Esto generó percepciones de demora. “Ese día no había seguridad en el sitio, lo que retrasó el ingreso de la ambulancia”, puntualizó.
Riesgos y antecedentes
El comandante recordó que en otras ciudades, como en Guayas, ambulancias han sido atacadas incluso con pacientes a bordo. En Manta, aunque no se han registrado hechos similares, sí existen antecedentes de agresiones: bomberos apuntados con armas, ambulancias apedreadas y casi linchamientos de personal por parte de ciudadanos que exigen rapidez.
Por ello, la institución se apega estrictamente al protocolo interinstitucional. “Nuestro objetivo es salvaguardar tanto a los pacientes como a los equipos de respuesta”, añadió Roca.
Cobertura y capacidad operativa
El Cuerpo de Bomberos de Manta cuenta con ocho estaciones y cinco ambulancias, además de voluntarios que apoyan con traslados y atención inicial. Según el comandante, esta cobertura es superior a la de otras ciudades con poblaciones similares, donde apenas existe una ambulancia disponible.
El funcionario destacó que, en emergencias como incendios, accidentes de tránsito y rescates, bomberos son los primeros en llegar. En los hechos violentos, en cambio, se depende de la coordinación del ECU-911 y de la Policía para garantizar condiciones seguras.
Procedimientos médicos en el lugar
Roca explicó también que, una vez que la ambulancia llega, el personal no traslada al herido de inmediato. Primero se realiza la estabilización del paciente, que incluye control de hemorragias, acceso intravenoso y verificación de signos vitales.
“Si un traslado se realiza sin estabilización previa, el riesgo de complicaciones es mayor”, subrayó. El comandante insistió en que la prioridad es garantizar la vida del paciente y la seguridad del personal de salud.
Trabajo interinstitucional
En Manta, las atenciones de emergencias médicas involucran no solo a bomberos, sino también al Ministerio de Salud Pública, el IESS y la Cruz Roja. La coordinación entre estas entidades busca cubrir la demanda creciente de servicios prehospitalarios en la ciudad, que cuenta con alrededor de 350.000 habitantes.
El comandante agradeció la colaboración de la Policía Nacional en la protección de las escenas, aunque reconoció que la alta demanda de casos puede generar retrasos. “La misión es siempre salvaguardar la vida y la integridad de la ciudadanía”, concluyó.