Los gastos hormiga son consumos de montos pequeños que al parecer no repercuten en tu presupuesto pero, en realidad, tienen un alto impacto en las finanzas personales o familiares. Se trata de compras frecuentes de cosas que en realidad no necesitas, explica la economista Ángeles Hernández. La especialista señala que este hábito es frecuente en zonas urbanas y rurales y se incrementa por la compra de café, snacks y servicios digitales, afectando la capacidad de ahorro y la planificación financiera.
El impacto silencioso en las finanzas juveniles
Los gastos hormiga son erogaciones pequeñas pero frecuentes que, acumuladas, generan un impacto considerable en el presupuesto. Según la economista, un joven que gasta diariamente $2,50 en consumos menores desembolsa cerca de $75 mensuales, equivalentes a $900 anuales.
«El consumo más habitual corresponde a cafés, bebidas energéticas, snacks y transporte por aplicaciones móviles», señala. Expertos en educación financiera advierten que, aunque el monto individual parece insignificante, su acumulación limita el ahorro y reduce la capacidad de inversión en metas a mediano y largo plazo.
Factores que impulsan el gasto
Hernández asegura que el desconocimiento sobre el control financiero, la publicidad digital y las compras impulsivas en horarios de descanso o desplazamiento influyen directamente en este patrón. La facilidad de pago a través de billeteras móviles y tarjetas también incentiva la falta de registro de cada gasto.
Asimismo, cree que el 65% de los jóvenes no lleva un presupuesto mensual detallado, lo que impide visualizar el peso real de estas compras cotidianas.
Cómo identificar los gastos hormiga
El primer paso para eliminarlos es reconocerlos. Por ello, recomienda registrar todos los consumos durante 30 días, incluyendo montos pequeños. Esto permite detectar patrones, como la compra diaria de productos no esenciales o la suscripción a plataformas que no se utilizan con frecuencia.
Aplicaciones móviles de control financiero ofrecen reportes automáticos que clasifican las erogaciones en categorías, facilitando la identificación de gastos recurrentes, agrega.
Estrategias para eliminarlos
Reducir los gastos hormiga no implica renunciar a todo consumo extra, sino planificarlo. Expertos aconsejan:
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Establecer un límite semanal para compras no esenciales.
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Sustituir consumos repetitivos por alternativas más económicas, como preparar café en casa.
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Cancelar suscripciones innecesarias o duplicadas.
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Usar dinero en efectivo para controlar mejor los desembolsos diarios.
El ahorro generado puede destinarse a un fondo de emergencia o a inversiones de bajo riesgo, fortaleciendo la seguridad financiera.
Proyección a largo plazo
Controlar los gastos hormiga no solo libera recursos inmediatos, sino que también genera hábitos responsables que favorecen el bienestar financiero. La constancia en el registro y la evaluación del consumo permiten que los jóvenes alcancen metas como la compra de vivienda, la inversión en educación superior o la creación de un emprendimiento.
En un contexto de inflación moderada y aumento del costo de vida, optimizar cada dólar se convierte en una estrategia necesaria. Reducir estas compras invisibles es una acción concreta que impacta directamente en la salud financiera de las nuevas generaciones.