La gestión financiera en pareja es clave para evitar conflictos y fomentar el ahorro, según expertos en finanzas personales. Dividir los gastos del hogar de manera equitativa y transparente permite a las parejas alcanzar metas comunes, como crear un fondo de emergencia o ahorrar para grandes compras. Métodos como la división 50/50, proporcional a ingresos o por categorías son estrategias prácticas que promueven la estabilidad económica y reducen tensiones.
El método 50/50 consiste en que ambos miembros de la pareja aporten la misma cantidad para cubrir gastos del hogar, como renta, servicios o compras de supermercado. Este enfoque es ideal cuando los ingresos de ambos son similares, ya que simplifica la planificación financiera. Sin embargo, puede generar desbalance si uno de los dos tiene ingresos significativamente menores. Según expertos, cerca del 45% de las parejas que aplican este método reportan mayor claridad en sus finanzas, aunque el 20% enfrenta desacuerdos por diferencias salariales.
El método debe adaptarse a las necesidades de la pareja
Por otro lado, la división proporcional a ingresos ajusta las contribuciones según el salario de cada persona. Por ejemplo, si uno gana el 70% del ingreso total del hogar, aporta el 70% de los gastos compartidos. Este método, recomendado por asesores financieros, promueve equidad y es especialmente útil en parejas con ingresos dispares. La economista Ángeles Hernández, indica que el 30% de las parejas que usan este enfoque logran ahorrar un 15% más al año, ya que reduce la presión financiera sobre el miembro con menores ingresos.
La división por categorías asigna responsabilidades específicas a cada persona, como pagar la renta o los servicios públicos, según preferencias o capacidades económicas. Este método requiere comunicación constante para evitar malentendidos, pero permite flexibilidad, señala la especialista. Por ejemplo, uno puede cubrir la hipoteca mientras el otro asume los gastos de alimentación. Según datos de la app de gestión financiera Monefy, las parejas que dividen gastos por categorías tienden a reducir un 10% sus gastos discrecionales al asignar roles claros.
Establecer acuerdos claros
La elección del método depende de factores como los ingresos, los objetivos financieros y el nivel de comunicación en la pareja. Los expertos recomiendan establecer acuerdos claros desde el inicio y revisar el plan periódicamente. “La clave es la transparencia. Hablar abiertamente sobre ingresos, deudas y metas evita conflictos y fortalece la planificación financiera”, señala Ana Gómez, asesora financiera.
Además de dividir gastos, las parejas pueden implementar estrategias complementarias para ahorrar. Crear un fondo de emergencia conjunto, con aportes regulares de ambos, es una práctica común. Asimismo, reducir gastos no esenciales, como suscripciones innecesarias o comidas fuera de casa, puede liberar recursos para ahorros o pagos de deudas.
La comunicación es fundamental para el éxito de estas estrategias
Las parejas deben acordar cómo manejar gastos imprevistos, como reparaciones del hogar, y definir metas a corto y largo plazo, como ahorrar para un viaje o una inversión, añade Hernández. Herramientas digitales, como apps de presupuestos compartidos, facilitan el seguimiento de gastos y ahorros.
Ambas especialistas coinciden en que dividir los gastos del hogar con métodos como el 50/50, proporcional a ingresos o por categorías ayuda a las parejas a mantener finanzas saludables y alcanzar objetivos comunes. La clave está en adaptar el método a las circunstancias de cada pareja, priorizar la comunicación y establecer revisiones regulares para ajustar el plan según sea necesario.