En Santo Domingo de los Tsáchilas, del 3 al 5 de julio de 2025, las Fuerzas Armadas ejecutaron tres operativos con Inteligencia militar; se hallaron cisternas, conexiones ilegales y se decomisó más de 5 000 galones de diésel, para frenar el robo de combustible.
El Esfuerzo, en Santo Domingo, el punto de partida
Las operaciones comenzaron el 3 de julio en la parroquia rural El Esfuerzo, al norte de la provincia. Gracias a la Inteligencia militar, se identificó un predio donde nueve cisternas contenían 2.250 galones de diésel y otros 2.850 galones en tanques anexos.
Además, incautaron una escopeta artesanal y cuatro cartuchos; y entregaron toda la evidencia a las autoridades judiciales para su procesamiento legal.
Luego, el 4 de julio a medianoche, durante un patrullaje del Batallón Montúfar, se detectó baja presión en el poliducto. Identificaron una perforación clandestina, sellaron el daño junto con técnicos del sistema y aseguraron el área.
Posteriormente, a las 02:15 del 5 de julio, se reportó una segunda caída de presión; se localizó otra conexión ilícita y se neutralizó de manera similar. Las Fuerzas Armadas custodiaron las instalaciones hasta finalizar los trabajos técnicos.
Las Fuerzas Armadas y su competencia directa
Este tipo de delito refleja la estructura de redes del crimen organizado en zonas rurales que montan sistemas clandestinos de acopio y extracción aprovechando la geografía. El uso de cisternas y conexiones ilegales exige cierta complicidad o cobertura local.
El Batallón Montúfar tiene competencia directa en la custodia de infraestructuras estratégicas. En 2024, se registraron 363 pinchazos clandestinos y se decomisaron más de 23 000 metros de tubería adaptada a nivel nacional. En Santo Domingo se realizaron 1 206 operaciones que implicaron una inversión de $25 089,49.
Impacto y riesgos
El robo de hidrocarburos, además de causar pérdidas económicas millonarias, genera riesgo ambiental y para la seguridad ciudadana. Las perforaciones clandestinas pueden derivar en fugas, incendios o explosiones que afectan a comunidades y ecosistemas cercanos.
En tres días, las operaciones militares en Santo Domingo de los Tsáchilas lograron incautar más de 5. 000 galones de diésel, desmontar conexiones ilícitas y reforzar la seguridad del poliducto. Estas acciones apuntan a desmantelar redes criminales que utilizan zonas rurales para el robo de hidrocarburos, con apoyo técnico y legal institucional. La mayorìa de los casos se presentan en la zona rural, donde tanto la Policía como las Fuerzas Armadas apuntan a reforzar los controles.
Este tipo de robo se conoce como “pinchazo”. Consiste en perforar las tuberías del Estado para instalar válvulas artesanales. A través de ellas, bandas sustraen combustible. El hidrocarburo se almacena en tanques y se transporta en galones o camiones tipo cisterna. Posteriormente, se revende o se utiliza para otras actividades delictivas (21).