Una alcantarilla rebosante ha afectado por más de dos años la movilidad y calidad de vida en la calle Guayas, a la altura del sector 4 en La Nueva Concordia, cantón La Concordia, Santo Domingo. Vecinos y transportistas reportan constantes inconvenientes desde que las aguas residuales se desbordan y deterioran progresivamente la vía, provocando riesgos viales, contaminación ambiental y molestia para quienes viven o transitan por el área.
Desbordamiento constante de aguas residuales
La acumulación de aguas residuales en la vía ha generado huecos de gran tamaño y el desprendimiento del asfalto, afectando uno de los carriles más transitados. La situación obliga a los conductores a invadir el carril contrario para esquivar los baches, incrementando la posibilidad de accidentes.
Mototaxistas y transportistas escolares aseguran haber presenciado incidentes menores a causa de esta maniobra. Además, grandes piedras sueltas en medio del camino agravan el peligro para vehículos y motocicletas.
Falta de mantenimiento y origen del problema
Vecinos señalan que el problema se debe a conexiones improvisadas al sistema de alcantarillado, cuyas tuberías no tienen una salida adecuada. Esto provoca un colapso constante y un rebose de aguas residuales directo en la vía pública. A pesar de que ocasionalmente se ha colocado lastre como medida temporal, las lluvias y las mismas aguas residuales destruyen rápidamente el material.
Marcos Murillo, residente del sector, indicó que esta situación se mantiene desde hace meses sin una solución definitiva. “Esto requiere una obra técnica, no parches”, afirmó.
Impacto en la salud y en la vida cotidiana
A pocos metros de la alcantarilla colapsada, los moradores viven con sus puertas y ventanas cerradas para evitar el olor fétido constante. La molestia llega incluso a la hora de comer. Eduardo Zambrano, comerciante ambulante, señaló que aunque solo transita por la zona, los olores sépticos son evidentes y podrían afectar la salud.
Otto Salazar, conductor de buseta escolar, propuso una solución provisional: redireccionar las aguas residuales con una tubería funcional y reparar la vía con material resistente, mientras se resuelve la falla estructural del sistema.
Un respiro visual entre el caos
En contraste con el deterioro del pavimento, el parterre que separa los carriles en la calle Guayas presenta áreas verdes bien mantenidas, con plantas ornamentales que alivian, en parte, el aspecto del entorno. Durante el recorrido, personal municipal realizaba labores de limpieza en este espacio.
Vecinos y usuarios exigen una intervención técnica urgente. La acumulación de aguas residuales, la degradación del asfalto, los malos olores y el riesgo constante de accidentes son señales claras de que este tramo necesita atención prioritaria por parte del municipio y la empresa de agua potable (21).
