Cinco personas perdieron la vida este sábado 17 de mayo en Eura, al suroeste de Finlandia, cuando dos helicópteros que cubrían una ruta entre Tallin (Estonia) y Piikajärvi (Finlandia) colisionaron en pleno vuelo, según informaron autoridades estonias y finlandesas. El incidente es investigado por la policía local.
Colisión en pleno vuelo
El accidente ocurrió poco después del mediodía, de acuerdo con el Ministerio de Asuntos Exteriores de Estonia, citado por la televisión pública ERR. Según las primeras informaciones, los dos helicópteros realizaban un vuelo privado hacia un evento recreativo que reuniría a más de 50 asistentes y 20 aeronaves en la región de Kokemäki, en el suroeste de Finlandia.
Los equipos de rescate localizaron los restos de ambos helicópteros en una zona boscosa, con una separación de aproximadamente 100 metros entre los aparatos. No hubo sobrevivientes.
Las aeronaves partieron de Tallin, capital de Estonia, y se dirigían a Piikajärvi, en la municipalidad finlandesa de Kokemäki. Se ha confirmado que los fallecidos eran empresarios estonios, según el diario estonio Postimees, aunque sus identidades aún no se dieron a conocer oficialmente.
Investigación abierta sobre el accidente de helicóptero en Finlandia
La Policía finlandesa ha iniciado una investigación para esclarecer las causas exactas de la colisión. Además, está trabajando en la identificación de las víctimas, proceso que podría extenderse debido al estado en el que fueron encontrados los restos.
La Agencia de Investigación de Seguridad de Finlandia (SIAF, por sus siglas en inglés) se ha sumado a las labores técnicas, revisando los registros de vuelo, las condiciones meteorológicas y posibles fallos mecánicos. No se han confirmado aún indicios de error humano o falla técnica como causas principales.
La televisión pública finlandesa YLE ha reportado que se trataba de un evento privado con varias aeronaves recreativas en tránsito, lo que podría haber incrementado la complejidad del tráfico aéreo en la zona.
El accidente
El suroeste de Finlandia, donde ocurrió el accidente, es una zona habitualmente tranquila en términos de tráfico aéreo, aunque se utiliza esporádicamente para actividades recreativas y privadas. La legislación finlandesa permite este tipo de vuelos bajo ciertas regulaciones que incluyen notificación previa, condiciones meteorológicas óptimas y seguimiento técnico.
Según datos de la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA), los accidentes que involucran helicópteros civiles en Europa son poco frecuentes pero tienden a tener alta letalidad debido a la naturaleza del transporte privado y la ausencia de control aéreo estricto en vuelos no comerciales.
El Ministerio de Transporte de Finlandia ha anunciado que revisará los protocolos de vuelos recreativos tras este suceso, especialmente en contextos de eventos que concentren múltiples aeronaves.