Renovar una licencia de conducir en Guayaquil se ha convertido en una odisea. La Agencia Nacional de Tránsito (ANT) promete eficiencia, pero usuarios denuncian demoras, fallas en el sistema y gastos innecesarios. La situación, agravada desde diciembre de 2024, genera indignación ciudadana.
Por ejemplo, Odalis y Yubor han visitado repetidamente la agencia Sur de la ANT sin éxito. “No hay sistema, y si sales a desayunar, pierdes el turno”, lamenta Odalis. El examen psicosensométrico, obligatorio y con un costo de USD 20, vence en 60 días, obligando a repetir el trámite.
En la agencia Centro, ubicada en Pichincha y 9 de Octubre, las quejas persisten. Carlos Suárez solicitó un turno el 26 de marzo de 2025 y aún espera atención. Las largas filas y la falta de turnos disponibles complican un proceso que debería ser ágil.
Asimismo, en la agencia Norte, en Peca, los problemas son similares. Bryan Baque inició su trámite en enero y, tras obtener un turno en mayo, descubrió que no había material para imprimir su licencia. “Vine y no hay material”, expresó frustrado.
Por su parte, Christian Jiménez aprobó todos los requisitos, pero no recibió su documento. “Me dijeron que venga entre las 11 y las 4, o durante la semana”, explicó, atribuyendo el retraso a la falta de impresiones, según su interacción con la ANT.
Según la ANT en Guayas se entregan 600 licencias diarias
Mientras tanto, la ANT asegura que Guayas entrega 600 licencias diarias y que hay suficiente stock. Para un medio de la ciudad de Guayaquil, la entidad afirmó que “los turnos se emiten con normalidad”. Sin embargo, los testimonios de usuarios contradicen esta versión, evidenciando una desconexión con la realidad.
Según otro medio de cobertura nacional, las fallas en los sistemas de la ANT no son nuevas. En 2024, problemas similares afectaron la emisión de cédulas, y la renovación de licencias sigue el mismo patrón. La falta de digitalización y recursos limita la capacidad de las agencias.
Además, los costos adicionales agravan la situación. Cada visita fallida implica gastos de transporte y tiempo perdido. En un contexto económico difícil, con un IVA del 15% en 2025, estos trámites representan una carga significativa para los ciudadanos.
Por otro lado, expertos en gestión pública sugieren que la ANT requiere una modernización urgente, incluyendo sistemas digitales robustos y mayor transparencia. Sin estas reformas, los problemas persistirán, afectando a miles de conductores en Guayaquil.
Mientras la ANT defiende su operatividad, los usuarios enfrentan un sistema colapsado con demoras, fallas técnicas y respuestas evasivas convierten la renovación de licencias en una experiencia agotadora.