La Casa Blanca afirmó este martes que está “preparando el terreno” para un potencial acuerdo comercial con China. La declaración surge tras la imposición de aranceles del 125% a importaciones chinas.
La portavoz Karoline Leavitt habló en rueda de prensa, sin embargo, no precisó una fecha para la firma del posible pacto. El equipo comercial de Trump recibió 18 propuestas de países y más de 100 países expresaron interés en acuerdos arancelarios con Estados Unidos. Leavitt, destacó el trabajo para alcanzar un pacto con China.
El 9 de abril, Trump anunció una pausa de 90 días en aranceles recíprocos. La medida excluyó a China, que enfrenta mayores gravámenes.
Contexto de los aranceles
Los aranceles a China incluyen un 245% de sumarse todos los anunciados, estos afectan productos específicos y buscan contrarrestar prácticas comerciales. La sección 301 de la Ley de Comercio de 1974 respalda estas medidas y autoriza al presidente a imponer represalias arancelarias contra prácticas comerciales injustas.
La ley permite medidas para eliminar políticas extranjeras que violen acuerdos comerciales y aborda prácticas que obstaculizan el comercio estadounidense. Trump ha utilizado esta autoridad para imponer gravámenes a China. La Casa Blanca insiste en que Pekín debe dar el primer paso.
Presiones y negociaciones
En abril, Leavitt afirmó que “la pelota está en la cancha de China”. Washington cree que Pekín necesita más el acuerdo mientras que Estados Unidos sostiene que China depende del consumidor estadounidense. Esto otorga ventaja a Washington en las negociaciones comerciales.
Los aranceles han generado tensiones en el comercio mundial. China ha reducido entregas a EE. UU. en respuesta a los gravámenes .Entre tanto, la Casa Blanca ve avances positivos en las conversaciones. Leavitt expresó optimismo sobre un posible acuerdo con China. Otros países buscan acuerdos con EE. UU. para evitar aranceles. La pausa de 90 días incentivó propuestas comerciales globales.
La Administración Trump negocia una “tregua” arancelaria con China. El objetivo es detener la escalada de la guerra comercial.
Desafíos y expectativas
China exige reciprocidad para avanzar en el acuerdo comercial. Mientras que la Casa Blanca mantiene una postura firme en las conversaciones. Insiste en que Pekín debe ceder para lograr un pacto. Hasta el momento no hay una fecha confirmada para la firma del acuerdo.
Las negociaciones podrían extenderse más allá de los 90 días. La Casa Blanca seguirá evaluando propuestas de otros países. El enfoque principal permanece en el pacto con China. Un acuerdo podría reducir las tensiones comerciales globales. Esto impactaría los precios de productos en EE. UU. y China.
La Casa Blanca confía en los “muy buenos resultados” de las negociaciones. El resultado dependerá de las concesiones de Pekín.
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