Las Fuerzas Armadas decomisaron cargadores artesanales, armas cortopunzantes y cables a los presos en su última intervención esta semana en la cárcel de Bahía de Caráquez, provincia de Manabí. Esto como parte de operativos para controlar objetos prohibidos y garantizar la seguridad en las prisiones, pero algo llamó la atención.
El operativo, ejecutado por el Bloque de Seguridad, reveló cómo los privados de libertad improvisan tecnología pese a las restricciones carcelarias. Entre los objetos incautados destacaron cargadores artesanales, fabricados con tapas plásticas de botellas, pedazos de metal como enchufes y cables conectados a pequeños transformadores.
Estos dispositivos permitían cargar celulares, aparatos frecuentemente utilizados para coordinar actividades ilícitas desde el interior de las cárceles.
Los militares también encontraron armas cortopunzantes y cables sueltos, evidenciando los esfuerzos de los reos por mantener recursos prohibidos.
Decomisos a presos en cárceles de Manabí
Las cárceles de Manabí, como El Rodeo en Portoviejo y el centro de Bahía de Caráquez, han sido objeto de constantes intervenciones militares.
En operativos previos, como el del 25 de marzo de 2025 en la cárcel N.° 4, se incautaron 10 celulares, 5 cargadores y pipas artesanales, además de extensiones eléctricas. Estas acciones buscan desarticular redes delictivas que operan desde los centros penitenciarios.
Creatividad tras las rejas
Los cargadores artesanales decomisados en Bahía de Caráquez reflejan el ingenio de los reos para burlar las medidas de seguridad. Fabricados con materiales reciclados, como plástico y metal, estos dispositivos demuestran un conocimiento básico de electricidad.
Según los uniformados, el objetivo principal de estos inventos es mantener operativos los celulares, esenciales para comunicaciones no autorizadas.
En otro operativo realizado el 4 de febrero de 2024 en El Rodeo, se decomisaron 44 teléfonos móviles y hasta una impresora 3D, evidenciando el acceso de los reos a tecnología avanzada. Las autoridades destacan que estos hallazgos refuerzan la necesidad de intensificar las requisas en las prisiones de la provincia.
Impacto de las requisas
Las intervenciones militares en Manabí forman parte de una estrategia nacional para controlar a los presos en los centros de reclusión.
En 2024, se reportaron decomisos de 106 celulares y 21 cargadores en la cárcel de Bahía de Caráquez, junto a armas y sustancias ilícitas. Estas acciones buscan reducir la influencia de organizaciones delictivas que operan desde el interior de las cárceles ecuatorianas.