El cáncer colorrectal, tercera causa de cáncer a nivel mundial, afecta cada año a miles de personas, con un aumento gradual de casos en la mayoría de los países, salvo en Estados Unidos, donde la detección temprana ha reducido su incidencia. Expertos recomiendan iniciar chequeos a los 45 años y alertan sobre síntomas como sangrado en heces, fatiga y dolor abdominal persistente.

El cáncer colorrectal, que incluye los cánceres de colon y recto, se posiciona como la tercera causa de cáncer tanto en hombres como en mujeres a nivel global, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).  “El año pasado tuvimos 120 pacientes nuevos diagnosticados con cáncer colorrectal , 49 fueron de recto y los demás fueron de colon”, dijo Daniel Alarcón, especialista en oncología clínica de SOLCA . En una comparación con el 2023 los casos de cáncer de colon disminuyeron ligeramente, aunque la tendencia mundial muestra un aumento gradual.

En este contexto, Estados Unidos ha logrado reducir las tasas de incidencia gracias a una sólida cultura de prevención. “La colonoscopia permite detectar lesiones premalignas, lo que reduce significativamente el riesgo de desarrollar cáncer”, explicó Alarcón. Este procedimiento, recomendado a partir de los 45 años, es clave para identificar adenomas que podrían convertirse en cáncer con el tiempo.

Síntomas y detección temprana

Los síntomas de alarma incluyen dolores abdominales persistentes durante dos o tres semanas, heces oscuras o con sangre, diarrea, estreñimiento o sensación de fatiga y anemia. Sin embargo, el cáncer colorrectal puede ser asintomático en sus primeras etapas, lo que refuerza la importancia de los chequeos regulares. “Aunque la población de mayor riesgo está entre los 55 y 60 años, hemos registrado casos en menores, como un joven de 16 años que está siendo atendido por pediatría”, destacó Alarcón.

La Organización Mundial de Gastroenterología promueve anualmente una semana dedicada a concienciar sobre problemas intestinales, enfatizando que la detección temprana puede prevenir hasta el 90% de los casos, según estudios recientes. “Un tratamiento terapéutico adecuado y chequeos regulares pueden prevenir el cáncer o detectarlo en etapas curables”, afirmó Javier Vera, gastroenterólogo. 

Factores de riesgo y prevención

El consumo excesivo de carnes rojas, la falta de fibra en la dieta y el sedentarismo son factores de riesgo asociados al cáncer colorrectal, según investigaciones publicadas en The Lancet Oncology. Además, los antecedentes familiares desempeñan un rol crucial. “Los factores genéticos, como mutaciones en el ADN transmitidas de padres o abuelos, aumentan el riesgo”, explicó Vera. Por ello, quienes tengan historial familiar deben iniciar chequeos diez años antes de la edad de riesgo.

Las recomendaciones incluyen una dieta rica en fibra, ejercicio regular y pruebas como el examen de sangre oculta en heces, que puede detectar anomalías iniciales. Si este examen resulta positivo, se indica una colonoscopia, un procedimiento invasivo pero efectivo para identificar lesiones premalignas.

Tratamiento y pronóstico

En etapas iniciales, el cáncer colorrectal tiene altas tasas de curación con cirugía y terapias específicas. Sin embargo, en fases avanzadas, cuando el cáncer invade otros órganos, los tratamientos paliativos como quimioterapia o radioterapia buscan mejorar la calidad de vida. “Si no se detecta a tiempo, el cáncer puede volverse agresivo en 10 o 15 años”, advirtió Vera.

La colonoscopia sigue siendo el estándar de oro para la detección. Estudios de la American Cancer Society muestran que su uso regular ha reducido la mortalidad por cáncer colorrectal en un 30% en países con acceso a este procedimiento. Los expertos insisten en que la prevención y la educación son esenciales para revertir la tendencia al alza de esta enfermedad.