El Comité de Reconstrucción que se creó luego del terremoto, asignó 331’531.400 dólares para los proyectos de viviendas en Manabí. Hasta diciembre del 2017, más de $ 251 millones estaban en ejecución y otros $ 35,3 millones habían sido ejecutados. Además, 45 millones de dólares más estaban planificados para las nuevas contrataciones.
En total se consideraron 62 proyectos. Allí constaban cerca de 40 mil viviendas, entre construcciones nuevas y para reparación. Hasta ese año, faltaban por contratar cerca de 7 mil viviendas con esos recursos.
Lo que ocurrió después con los recursos y con las casas sigue siendo un misterio, debido a que los últimos informes que el Comité de la Reconstrucción presentó a la Asamblea Nacional, fueron de ese año.
Casas “invisibles” y contratistas incumplidos
El ministro de vivienda, Humberto Plaza, ha informado que dentro de la investigación que han hecho, se han encontrado con casas “invisibles”. Es decir, que supuestamente fueron entregadas a los damnificados, que tienen cartas de recepción, pero en los terrenos no existen.
En su última visita a Manabí, dijo que el caso sigue en investigación, pues también hay contratistas incumplidos y esperan recuperar los recursos. «Nos ha tocado ver proyectos que estaban parados, cerca de 3.500 casas (estaban) botadas. A nivel nacional, hemos invertido 43 millones de dólares«, mencionó.
En un informe del 2018, el Miduvi dio a conocer un listado de 62 contratistas incumplidos de varias provincias. 29 de ellos eran de Manabí. La entidad ha informado que deben recuperar 4,4 millones de dólares por 22 contratos que se ejecutaron, pero no se construyeron las casas.
Familias aún siguen sin casa
A nueve años del terremoto, en varios cantones de Manabí, aún hay familias a las que les demolieron sus casas, pero no se las construyeron. En comunidades de la parroquia Crucita de Portoviejo, hay familias a las que les construyeron sólo los pilares de hormigón, mientras que en otras, las casas quedaron inconclusas.
A la madre de María Mercedes Mera, por ejemplo, sólo le construyeron las bases donde se iba a construir la vivienda, se ubicaron los hierros para los pilares, pero luego el contratista no volvió más al sector María Teresa, de la comuna Las Gilces, donde vive.
“Con el terremoto, la casa de mi mamá quedó en muy mal estado y el Miduvi recomendó demoler. Nos tocó vivir en una carpa de plástico”, comentó Mera, al indicar que luego llegó una Organización No Gubernamental (ONG) y le construyeron una casa de caña, donde vive en la actualidad.

En el terreno donde el Ministerio de Desarrollo y Vivienda (Miduvi) le iba a construir la casa, lo poco que quedó se terminó de dañar. Hace un año, llegó otra ONG a su comunidad. Ellos le construyeron el piso de cemento y ubicaron la estructura metálica con el techo, pero quedó pendiente el cerramiento.
Lo mismo le ha sucedido a Honorio Lucas, quien también perdió su casa hace nueve años y vive en la casa de caña que le construyó la ONG y, por los años, se ha deteriorado. “Cuando fuimos al Miduvi nos dijeron que la casa estaba construida en un 70 %, cuando en realidad lo que ubicaron fueron los hierros”, comentó Lucas, quien al igual que Mera, no pierden la esperanza de que el Gobierno actual termine de construir la casa que en el pasado no se logró.
Terrenos siguen vacíos
Wilfrido Mendieta es otro de los afectados. Su vivienda, ubicada en las calles Espejo entre Sucre y Bolívar, en Portoviejo, resultó con severos daños con el terremoto. Un año después, se la demolieron con la promesa de que le iban a construir una nueva, pero los años han pasado y aún sigue sin vivienda.
Actualmente, el terreno sirve de garaje y lo tiene con cerramiento. Mendieta dijo que no tiene dinero para volver a construir una nueva y cada vez se siente con menos fuerza para seguir trabajando como peluquero. “Hace un año me dio un derrame, estoy parado porque tengo fe en Dios”, comentó Mendieta, quien aún no pierde la fe en ser considerado por el Ministerio de Desarrollo y Vivienda (Miduvi) y que le construyan su casa. Por ahora sigue alquilando y vive con una de sus hijas que padece discapacidad. El arriendo lo paga otra de sus hijas.

Una donación perdida
En 2022, el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda y la Embajada de China firmaron un convenio para construir 2.932 viviendas adicionales para las familias damnificadas de Manabí y Esmeraldas. La inversión iba a ser 60 millones de dólares. El plan incluía 1.732 casas en Pedernales, 1.100 en Muisne (Esmeraldas) y 100 para la parroquia Canoa del cantón San Vicente, sin embargo, el proyecto no se ejecutó.
El ministro Plaza, informó que la donación se dejó perder y realiza gestiones para recuperar esos recursos. “Nosotros estamos muy cerca de ‘revivir este muerto’ para que ese dinero venga a Manabí y que sirva para dar techo a las personas que hace nueve años lo perdieron”, señaló el ministro. Aseguró que ha mantenido reuniones con representantes de la embajada de China y confía en recuperar esos recursos que son donados.