El encuentro, válido por la fecha 14 de las Eliminatorias Sudamericanas, mostró a una selección de Bolivia dominante que no pudo concretar ante los charrúas. Los uruguayos sufrieron la altura de más de 4.000 metros sobre el nivel del mar. Entre los titulares bolivianos destacaron Luis Haquín y Gabriel Villamil, ambos jugadores de la LigaPro ecuatoriana, quienes aportaron al esfuerzo local.
Desde el pitazo inicial, Bolivia impuso condiciones aprovechando el factor altitud, que claramente afectó a los uruguayos. La velocidad por las bandas, la presión constante y los disparos de media distancia fueron las principales armas del técnico Óscar Villegas para doblegar a La Celeste.
Los locales generaron varias aproximaciones al arco rival, pero se toparon con un inspirado Sergio Rochet, arquero de Uruguay. Este se erigió como la figura del partido al neutralizar cada intento boliviano con atajadas clave.
Uruguay, por su parte, optó por replegarse y resistir el asedio. Aunque los charrúas intentaron contragolpear en momentos puntuales, les costó hilvanar jugadas ofensivas ante la intensidad de Bolivia. La defensa uruguaya, liderada por Rochet, mantuvo el cero en su arco. Así frustró las esperanzas de la afición altiplánica que llenó el estadio Municipal de Villa Ingenio.
La más clara para abrir el marcador
La oportunidad más clara del partido llegó en el minuto 88, cuando Bolivia rozó la victoria. Un centro rasante de Moisés Paniagua encontró a Camilo Algarañaz en el área chica, pero el delantero, con el arco a su merced tras un error de Rochet, no logró conectar el balón, que se perdió por centímetros. El grito de gol quedó ahogado en las gargantas de los hinchas, y el marcador no se movió.
Para Bolivia, este empate sabe a poco tras un desempeño que mereció más. La Verde mostró un juego sólido y ambicioso, pero la falta de definición en los metros finales le privó de sumar tres puntos vitales en su lucha por acercarse a los puestos de clasificación. Haquín, en la zaga, y Villamil, en el mediocampo, cumplieron con creces, consolidándose como piezas clave en el esquema boliviano.
Uruguay, en tanto, se lleva un punto valioso de una plaza históricamente complicada. El equipo de Marcelo Bielsa priorizó la resistencia física y táctica sobre el ataque, logrando un resultado que, si bien no mejora su posición de manera significativa, mantiene sus aspiraciones intactas en las eliminatorias. Con este 0-0, Bolivia y Uruguay reflejan realidades opuestas: los locales lamentan la falta de puntería, mientras los visitantes celebran haber sobrevivido a la altura y al ímpetu rival en un partido de alta exigencia.
Los bolivianos suman 14 unidades y se ubican en el puesto siete, mientras que los uruguayos llegan a 21 puntos en el cuarto lugar.