Un análisis microbiológico realizado por investigadores de universidades y centros científicos de Estados Unidos y Europa ha revelado que los billetes en circulación pueden contener hasta 3.000 tipos diferentes de microorganismos, incluyendo bacterias, hongos e incluso rastros de virus. El estudio, publicado en revistas especializadas y replicado en medios de divulgación científica, evidencia el riesgo potencial de transmisión indirecta de enfermedades a través del dinero en efectivo.
Billetes: un vector microbiano cotidiano
La investigación fue encabezada por científicos de la Universidad de Nueva York, quienes tomaron muestras de billetes de diversas denominaciones que circulaban en ciudades como Nueva York, Londres y Tokio. Utilizando técnicas de secuenciación genética y cultivos bacterianos, los expertos lograron identificar microorganismos provenientes de la piel humana, boca, intestinos y superficies contaminadas.
En promedio, un solo billete puede portar entre 1.000 y 3.000 tipos de microbios, aunque la cantidad exacta varía según el entorno, el tipo de papel moneda y las condiciones de manejo. Entre las bacterias más frecuentes se encontraron Staphylococcus aureus, responsable de infecciones en la piel y tejidos, así como trazas de E. coli y lactobacilos, estos últimos comunes en el tracto digestivo humano.
Diversidad bacteriana y condiciones de riesgo
Uno de los hallazgos más relevantes del estudio fue la detección de microbios resistentes a antibióticos, conocidos como superbacterias, que podrían representar un riesgo en ambientes hospitalarios o en personas inmunocomprometidas. Aunque no se ha establecido un vínculo directo entre el manejo de billetes y el contagio de enfermedades graves, los científicos advierten que el dinero puede actuar como un reservorio microbiano.
Además de bacterias, los billetes pueden contener hongos, virus inactivos y contaminantes químicos. El uso frecuente, la manipulación con manos sucias, el contacto con superficies públicas y la exposición en espacios cerrados facilitan la acumulación y transmisión de estos agentes.
El estudio también señala que los billetes más viejos y deteriorados contienen mayor carga microbiana, al haber pasado por más manos y ambientes distintos a lo largo del tiempo.
Medidas de higiene y alternativas digitales
Las autoridades sanitarias y organismos como la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiendan lavarse las manos después de manipular dinero y evitar el contacto con la cara durante el uso de efectivo, especialmente en entornos públicos o en la manipulación de alimentos. Estas prácticas son especialmente importantes en el contexto de pandemias o brotes virales.
En respuesta a estos hallazgos, varios países han incentivado el uso de pagos digitales y tarjetas de débito, como alternativa más higiénica frente al dinero en efectivo. China, por ejemplo, ha implementado programas de desinfección periódica de billetes y renovación acelerada de papel moneda en bancos centrales.
Sin embargo, el uso de efectivo sigue siendo predominante en muchas regiones, particularmente en zonas rurales o en poblaciones sin acceso a servicios bancarios digitales, por lo que la educación en higiene básica sigue siendo fundamental.