El número de muertos por el terremoto de 7,7 grados registrado el 28 de marzo en el centro de Birmania, que sacudió también China y Tailandia, aumentó a 3.564, según las últimas estimaciones dadas a conocer este lunes por la junta militar que gobierna el país.
El recuento del domingo reflejaba 3.471 fallecidos y 4.671 heridos. Sin embargo, ahora la cifra de muertos llegó a 3.564 y la de heridos a 5.012. Mientras que 210 personas continúan en paradero desconocido debido al trágico sismo.
A esto se suman 17 millones de personas afectadas por el terremoto, incluidos 9 millones especialmente damnificados cerca del epicentro, de acuerdo con las Naciones Unidas.
Lluvias afectan las tareas de rescate tras terremoto en Birmania
Los equipos de rescate alertaron que las fuertes lluvias registradas están complicando las labores, especialmente en Sagaing y Mandalay, las zonas más afectadas.
Las precipitaciones y los fuertes vientos están afectando significativamente a las miles de personas que seguían durmiendo a la intemperie después de que sus viviendas resultaran dañadas.
Asimismo, muchos temen que estas fuertes lluvias provoquen aún más daños estructurales a sus propiedades, a las que no han regresado por el miedo a un derrumbe completo a causa de las réplicas que vienen registrándose durante las última semanas.
La crisis política
Además del terremoto, Birmania está sumido en una grave crisis interna desde el golpe de Estado de febrero de 2021. Este fue perpetrado por el Ejército para anular los resultados de las elecciones generales de noviembre de 2020.
La represión posterior derivó en una guerra civil que ha tenido un enorme impacto sobre la población civil. Esta que se ha visto ahora agravada por el seísmo.
De hecho, el sábado, la oposición birmana denunció que la junta militar perpetró nuevos ataques aéreos sobre zonas declaradas en emergencia. Mientras que la oficina de la ONU para Asuntos Humanitarios reportó que el desastre deja “hogares destruidos y medios de vida destrozados”.