Monserrate Macías reside hace 40 años en la parroquia Eloy Alfaro. Por ello, ya no sabe cuánto más esperar para ver su calle arreglada.
Antes, el polvo era el problema por calles sin asfaltar. Sin embargo, desde que inició la regeneración vial, los inconvenientes han aumentado.
Solo este invierno, su casa se inundó cuatro veces. Asimismo, la obra sin terminar frente a su vivienda agrava la situación.
No solo está bajo el nivel de la calle, sino que faltan veredas, bordillos y adoquines. Incluso, las tapas de alcantarillas están pendientes.
Antonia Macías, vecina de la misma calle, pide soluciones. Por tanto, solicita que finalicen o al menos remedien la obra pronto.
Ella vive en una villa y teme filtraciones de agua. Además, esto podría debilitar las bases de su hogar, advirtió.
Ambas mujeres recuerdan que los obreros trabajaron por última vez entre noviembre y diciembre. Desde entonces, no han regresado.
El retraso de la regeneración se debió a un rediseño del proyecto
Por otro lado, Eliana Zambrano, directora de Obras Públicas, explicó el retraso. En efecto, un rediseño completo del proyecto fue necesario.
La obra, financiada por el Banco de Desarrollo, requería su aprobación para cambios. Así, cada ajuste prolongó los plazos, dijo.
Actualmente, el avance económico es del 85 %, según Zambrano. Igualmente, este porcentaje casi coincide con el avance técnico.
En dos semanas, se espera un nuevo desembolso, afirmó. Por consiguiente, los trabajos se reanudarán y concluirán en tres meses.
El Consorcio 1, 2 y 3 ejecuta la obra. En total, se invierten 1,7 millones de dólares en este proyecto.
A la fecha, la calle 321 tiene asfalto, pero faltan detalles. Por ejemplo, adoquines en veredas, bancas e iluminación soterrada.
Lo más complejo pendiente es una alcantarilla cajón en el río. Finalmente, Zambrano destacó que esto requiere atención urgente.