Habitantes del sitio Agua Blanca, en la parroquia Alajuela de Portoviejo, descubrieron el pasado 23 de marzo una osamenta. Las constantes lluvias erosionaron una loma y dejaron al descubierto los restos. Ahora, esos huesos descansan en el centro forense de Manta para su estudio. Los restos están en estado cadavérico al momento del hallazgo.

Nadie sabe aún si pertenecen a un hombre o a una mujer, debido a su condición. Los vecinos alertaron a las autoridades tras notar el deslizamiento de tierra en el sector. Según los testigos, el agua arrastró también fragmentos de vasijas junto a los huesos. Este detalle llevó a algunos a especular sobre su posible origen ancestral.

Las autoridades investigan a quien pertenecen los restos que aparecieron con las lluvias

Agentes de Criminalística y de la Dinased llegaron al lugar para investigar el descubrimiento. Los especialistas recolectaron los restos y comenzaron a analizar las circunstancias del caso. Los habitantes sugieren que las osamentas podrían tener cientos de años de antigüedad. Ellos creen que los huesos pertenecieron a antiguos pobladores de la zona.

El traslado de los restos al centro forense de Manta ocurrió poco después del hallazgo. Allí, los huesos aguardan la llegada de un antropólogo forense para un análisis detallado. Este experto determinará si los restos son antiguos o recientes en el tiempo. Además, intentará establecer las posibles causas de la muerte del individuo.

La hipótesis de que los restos sean prehispánicos cobra fuerza por las supuestas vasijas encontradas. Arqueólogos locales muestran interés en participar en la investigación del caso. Sin embargo, las autoridades no descartan que los huesos correspondan a una persona de la actualidad. La falta de tejido blando complica la identificación inicial de los restos que aparecieron con las lluvias.