Las autoridades surcoreanas reportaron que los incendios, iniciados el viernes en el condado de Sancheong, a 250 kilómetros de Seúl, han cobrado vidas en varias localidades. En Yeongdeok murieron seis personas, en Yeongyang cuatro, en Cheongsong tres y en Andong dos, según datos oficiales.
La Agencia Nacional de Bomberos elevó al máximo su nivel de respuesta, desplegando todos los recursos disponibles para contener las llamas. La magnitud del fuego obligó al Ministerio de Justicia a trasladar a 3.400 presos de cárceles en Andong y Gyeongsang a otros centros penitenciarios.
Además, evacuaron a miles de residentes de las zonas afectadas en el sureste del país, donde las llamas han causado estragos.
Patrimonio cultural en riesgo por incendios forestales
La aldea de Hahoe, en Andong, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, estuvo en peligro de ser destruida, pero los bomberos lograron controlar los focos. Sin embargo, el templo budista Gounsa, en Uiseong, construido en la dinastía Joseon, se consumió por el fuego. Las autoridades trasladaron la mayoría del patrimonio cultural a zonas seguras y evacuaron a los monjes presentes.
Los incendios ocurren en un momento de tensión política en Corea del Sur, tras la decisión del expresidente Yoon Suk Yeol de instaurar la ley marcial en diciembre de 2024. Este contexto complica la gestión de la emergencia, que ha movilizado a miles de efectivos para combatir el fuego y asistir a los damnificados.