En los alrededores del centro de artes La Trinchera, en Manabí, ya destacan los ceibos plantados hace seis años.
Estos árboles, visibles ahora, transforman el paisaje y reflejan un compromiso ambientalista.
Además, su crecimiento resalta la dedicación de quienes los sembraron con visión a futuro.
Rocío Reyes Macías, artista de La Trinchera, explicó que suman 16 ceibos en el lugar.
Sin embargo, también crecen allí especies endémicas como algarrobos y porotillos, enriqueciendo la diversidad.
Asimismo, Reyes destacó que el proyecto busca integrar naturaleza y arte en armonía.
La iniciativa surgió con la idea de crear un parque lineal en el sector.
Por eso, eligieron el ceibo, un árbol emblemático que simboliza la identidad de Manabí.
Entonces, este esfuerzo no solo embellece, sino que fortalece la conexión cultural del área.
En la plantación participaron todos los miembros de La Trinchera.
Además, artistas colombianas como Nora Ayala y Fanny Baena se sumaron al proyecto.
Así, la colaboración internacional aportó un toque especial a esta labor ecológica.
El centro de artes ocupa una extensión de 3010 metros cuadrados en total.
Normalmente, los ceibos, ya robustos, alcanzan alturas de 20 a 40 metros.
De hecho, su presencia transforma el espacio en un rincón natural y artístico.
El ceibo, típico de los bosques secos tropicales, abunda en varias provincias ecuatorianas.
Por ejemplo, crece en Manabí, Santa Elena, Guayas, El Oro y Loja con vigor.
Además, su tronco espinoso en la juventud lo distingue como especie única.
Con este proyecto, La Trinchera avanza hacia un futuro más verde y sostenible.
En efecto, los ceibos no solo adornan, sino que inspiran a la comunidad local.
Finalmente, este esfuerzo demuestra cómo el arte y la naturaleza pueden coexistir.