La guerra arancelaria entre Estados Unidos y China, intensificada por los aranceles de 145% impuestos por el presidente Donald Trump, amenaza la cadena de suministro de Apple.
Con 80% de sus iPhones ensamblados en China, Apple enfrenta posibles alzas de precios y disrupciones en su producción, según analistas, debido a la dependencia de manufactura en el gigante asiático.
Apple y una cadena de suministro eficiente
Apple, con una capitalización de mercado que superó los 3 billones de dólares en 2024, ha construido una cadena de suministro altamente eficiente centrada en China desde la década de 1990.
Esta dependencia, aunque optimizada para costos y escala, la expone significativamente a las tensiones comerciales actuales.
Los aranceles impuestos por la administración Trump buscan repatriar la manufactura a Estados Unidos. Pero analistas advierten que trasladar la producción de Apple sería un proceso costoso y prolongado.
Por su parte, China respondió con aranceles del 125% a bienes estadounidenses, complicando aún más el panorama para empresas como Apple.
Pues no solo fabrica en China, sino que también depende del mercado chino, representando más del 20% de sus ingresos.
Diversificar producción
La empresa ha intentado diversificar su producción hacia países como India y Vietnam, pero estas regiones aún no tienen la capacidad para reemplazar a China.
Además, la Casa Blanca anunció el 11 de abril una exención temporal para productos electrónicos, incluyendo smartphones, lo que otorga a Apple un alivio momentáneo.
Sin embargo, la incertidumbre persiste, ya que los aranceles podrían reactivarse o modificarse en el futuro.
Retos de la dependencia china
Apple ensambla aproximadamente el 90% de sus iPhones en China, principalmente a través de socios como Foxconn, que opera fábricas masivas como la conocida “iPhone City” en Zhengzhou.
Según Evercore ISI, el 55% de los Macs y el 80% de los iPads también se producen en China. Esta concentración permite a Apple aprovechar una fuerza laboral abundante y especializada, pero la expone a riesgos geopolíticos.
En 2017, el CEO de Apple, Tim Cook, señaló que Estados Unidos carece de suficientes ingenieros de herramientas para replicar la capacidad de producción china.
Por ello, mover la producción a Estados Unidos requeriría hasta tres años y una inversión estimada de 30 mil millones de dólares para trasladar solo el 10% de la cadena de suministro, según Wedbush Securities.
Además, un iPhone fabricado en Estados Unidos podría costar hasta 3,500 dólares, frente a los 1,000 dólares actuales, lo que impactaría gravemente las ventas, según analistas de Wedbush.
Diversificación en curso, pero insuficiente
En los últimos años, Apple ha invertido en diversificar su cadena de suministro. India, por ejemplo, produce ahora el 25% de los iPhones a nivel global, con fábricas de Foxconn en Chennai que comenzaron a ensamblar modelos Pro y Pro Max en 2024.
Vietnam también fabrica AirPods y algunos Mac, mientras que Malasia y Tailandia contribuyen con producción menor.
No obstante, estas alternativas enfrentan limitaciones.
India, aunque prometedora, tiene procesos burocráticos que ralentizan la expansión, y Vietnam, con una población de menos de 100 millones, no puede igualar la escala de China.
Otros países afectados por los aranceles
Además, los aranceles de Trump también afectan a India (26%) y Vietnam (46%), reduciendo los beneficios de esta diversificación.
A corto plazo, Apple ha recurrido a estrategias como el almacenamiento de componentes para mitigar el impacto de los aranceles, pero los analistas advierten que estas reservas no son sostenibles a largo plazo.
Impacto financiero y en el consumidor
La guerra arancelaria ha golpeado el valor de mercado de Apple, que perdió 773 mil millones de dólares en cuatro días a principios de abril de 2025, según The New York Times.
Las acciones de la compañía cayeron un 15% desde que los aranceles se intensificaron, reflejan los posts encontrados en X.
Si los aranceles persisten, Apple podría aumentar los precios de sus productos en un 17-18% en Estados Unidos, estima Morgan Stanley.
Sin embargo, la empresa tiene margen para absorber costos gracias a los 96 mil millones de dólares generados por su división de servicios en el último año fiscal, que no se ve afectada por los aranceles, según Forrester Research.
Aun así, un aumento de precios podría reducir la demanda, especialmente entre consumidores que adquieren iPhones a plazos a través de operadores móviles.
Por ahora, Apple no ha emitido comentarios públicos sobre su estrategia frente a los aranceles, pero se espera que Tim Cook aborde el tema en la próxima llamada de resultados el 1 de mayo de 2025.
Perspectivas inciertas
La exención temporal de aranceles para electrónicos ofrece un respiro, pero no resuelve los desafíos estructurales de Apple.
La empresa enfrenta la disyuntiva de aumentar precios, absorber costos o acelerar la diversificación de su cadena de suministro, un proceso que tomará años.
Mientras tanto, la guerra arancelaria sigue generando incertidumbre. Expertos como Dan Ives de Wedbush Securities creen que Apple podría negociar acuerdos favorables debido a la influencia de Tim Cook..
Sin embargo, la resolución dependerá de las negociaciones entre Estados Unidos y China, que hasta ahora no muestran señales de distensión.
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