Sentencia por violación en Tena. La Fiscalía de Napo logró una sentencia de diecinueve años de prisión contra Kevin Alexander A. S., de 29 años, conocido como alias “Gato Alvear”. Un Tribunal de Garantías Penales lo encontró culpable del delito de violación. Además de la pena de cárcel, deberá pagar una multa de 600 salarios básicos unificados y 5.000 dólares como reparación integral a la víctima, una adolescente de 15 años.
Pruebas determinantes para la condena
Las pruebas presentadas por la Fiscalía de Napo fueron fundamentales para que el Tribunal de Garantías Penales dictara la sentencia condenatoria. La contundencia de los elementos probatorios resultó decisiva en el proceso judicial. Este caso resalta la eficacia de la investigación fiscal.
Durante la audiencia de juicio, se reprodujeron los testimonios anticipados de la víctima y de otra adolescente que la asistió tras el ataque. También se escucharon las declaraciones del policía aprehensor, de peritos médicos y psicológicos, y de otros testigos. Todos los testimonios contribuyeron a construir el caso.
Los hechos: agresión y amenazas
El ataque ocurrió el 28 de enero de 2025, al mediodía, en Tena. Kevin Alexander A. S. interceptó a la víctima detrás de un colegio. Primero le robó el teléfono celular y, amenazándola con un cuchillo, la obligó a seguirlo. La condujo por un camino de tercer orden y la llevó a la maleza, donde cometió la agresión sexual.
Antes de huir, el ahora sentenciado revisó la mochila de la víctima. Luego, la amenazó de muerte si contaba lo sucedido. Le aseguró que conocía su nombre, dirección y lugar de estudios, intentando así amedrentarla para asegurar su silencio. Esta táctica buscaba evitar la denuncia.
Sentencia por violación en Tena: la denuncia y la identificación del agresor
La adolescente corrió hasta la casa de una amiga, a donde se dirigía cuando fue atacada, y relató lo ocurrido. Con ayuda de su tía, acudió a un centro de salud, donde recibió atención médica y psicológica. Los médicos alertaron de inmediato a la Policía y describieron las características físicas y la vestimenta del agresor.
Una cámara de seguridad captó un video de 47 segundos. En la grabación se observa a Kevin Alexander A. S. llevando a la víctima hacia el sitio del ataque. Con esta evidencia crucial, la Policía lo identificó y lo aprehendió en su domicilio en un operativo en flagrancia. El video se convirtió en una prueba irrefutable.
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Evidencia científica y perfil del sentenciado, las claves de la Condena por violación en Napo
Los análisis genéticos practicados a las muestras tomadas de la ropa del procesado y de la víctima confirmaron su responsabilidad en el delito. La evidencia científica reforzó de manera contundente el caso de la Fiscalía. Esto eliminó cualquier duda sobre su participación.
La experticia de rasgos de personalidad determinó que Kevin Alexander A. S. comprendía plenamente sus actos. Esto, a pesar de su historial de consumo de drogas desde los 13 años y de un entorno familiar disfuncional. Durante el juicio, el procesado se acogió a su derecho constitucional al silencio, una decisión que no impidió la condena.
Marco legal y relevancia de la sentencia
La sentencia se basó en el artículo 171, numeral 2, del Código Orgánico Integral Penal (COIP). Este artículo sanciona con prisión de diecinueve a veintidós años a quien cometa el delito de violación utilizando violencia, amenazas o intimidación (5).
