El 2 de abril de 2025, autoridades de Estados Unidos. acusaron a José Adolfo Macías, alias «Fito», de narcotráfico y contrabando de armas, buscando su extradición desde Ecuador hacia el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot) en El Salvador, para enfrentar duras penas por liderar una red criminal.
José Adolfo Macías Villamar, conocido como «Fito», lidera «Los Choneros», catalogada por las autoridades como una de las organizaciones narcotraficantes más peligrosas de Ecuador. Por ello, lo buscan desde su fuga de la cárcel Regional de Guayaquil el 7 de enero de 2024. Ahora, Estados Unidos de América (EE.UU.) lo acusa de enviar cocaína y armas a su territorio. Esta situación genera repercusiones por extradición que podrían cambiar el panorama de seguridad en la región. Además, surge la posibilidad de su traslado al Cecot, en El Salvador, intensifica el debate sobre el crimen transnacional.
El 2 de abril de 2025, una corte federal de EE.UU. formuló cargos contra «Fito» por narcotráfico y contrabando de armas, delitos con penas severas. En EE.UU., enfrenta una sentencia mínima de 10 años y hasta cadena perpetua si lo declaran culpable. En Ecuador, ya cumple condenas por asesinato, robo y tráfico de drogas. Las repercusiones por extradición surgen porque la ley ecuatoriana permite enviar a criminales al exterior bajo tratados bilaterales. Por ello, su caso marca un precedente en la lucha contra el narco.
En Ecuador, «Fito» acumula sentencias que superan los 34 años de prisión, según el Consejo de la Judicatura. Entre sus delitos figuran el asesinato de un policía en 2011 y el tráfico de estupefacientes desde 2003. Las autoridades lo señalan como cerebro de operaciones en la costa ecuatoriana. Las repercusiones por extradición también afectan a Manabí, donde «Los Choneros» controlan rutas clave. Sin embargo, su fuga frustró los esfuerzos por mantenerlo tras las rejas.
Contexto criminal de alias «Fito»
Alias «Fito» emergió como líder de «Los Choneros» tras la muerte de Jorge Luis Zambrano en 2020 («Rasquiña»). Las autoridades de Ecuador, Colombia y Perú lo vinculan a envíos de droga hacia EE.UU. y México. Su escape en 2024 desató una crisis carcelaria y operativos masivos. Las repercusiones por extradición resaltan su relevancia como objetivo internacional. Además, el gobierno de Daniel Noboa lo considera una amenaza prioritaria para la seguridad nacional.
Los delitos que lo llevaron a prisión en Ecuador incluyen una condena de 14 años por robo y asociación ilícita en 2003, según registros judiciales. En 2011, recibió 20 años por el asesinato de un agente durante un enfrentamiento en Manta, provincia de Manabí. Su historial lo convierte en un símbolo del crimen organizado. Por eso, las repercusiones por extradición generan expectativa sobre su recaptura. Actualmente, su paradero sigue siendo un misterio para las fuerzas del orden.
EE.UU. extradita a personas bajo tratados específicos, como el firmado con Ecuador en 1872 y actualizado en 1990, que permite procesar delitos transnacionales. El proceso requiere que el país solicitante presente pruebas y una orden judicial formal. En el caso de «Fito«, su recaptura activaría este mecanismo. Las repercusiones por extradición dependerían de la cooperación entre Ecuador y Washington. Una vez en EE.UU., Trump podría enviarlo al Cecot como parte de acuerdos con El Salvador.
El Cecot y la política de Trump
El Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), ubicado en Tecoluca, El Salvador, alberga a más de 40,000 reclusos, incluidos venezolanos deportados por Trump desde marzo de 2025. Esta megacárcel, inaugurada por Nayib Bukele en 2023, simboliza una política de mano dura contra el crimen. Trump firmó un acuerdo con Bukele para enviar presuntos criminales a cambio de $6 millones anuales. Las repercusiones por extradición de «Fito» podrían incluir su traslado a este recinto. Allí, los presos enfrentan condiciones extremas y aislamiento total.
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Para extraditar a «Fito«, EE.UU. debe esperar su recaptura en Ecuador, donde operativos conjuntos con la DEA intensifican la búsqueda desde abril de 2025. El gobierno de Daniel Noboa autorizaría el traslado si se cumplen los requisitos legales del tratado. Posteriormente, Donald Trump decidiría su envío al Cecot.
En Ecuador, «Fito» enfrenta una condena vigente de 34 años, pero su fuga lo expone a nuevas acusaciones por evasión, según la Fiscalía General. En EE.UU., los cargos actuales implican penas más severas que podrían ejecutarse en el Cecot. Las autoridades de ambos países coordinan esfuerzos para capturarlo. Las posible extradición también alerta a otros líderes narcos en la región. Por ahora, su destino depende de su arresto y de la voluntad política entre Ecuador y Estados Unidos.
Impacto regional y perspectivas
La posible extradición de «Fito» al Cecot refuerza la estrategia de Trump contra el crimen transnacional, iniciada con deportaciones de venezolanos en 2025. En Manabí, su captura aliviaría la presión sobre comunidades afectadas por Los Choneros. Las repercusiones por extradición podrían disuadir a otras redes criminales en Ecuador. No obstante, expertos advierten que su traslado al exterior generaría tensiones internas en el grupo. Mientras, la incertidumbre sobre su paradero persiste.
El caso de «Fito» destaca la colaboración entre EE.UU. y El Salvador en seguridad, con el Cecot como herramienta clave contra el crimen organizado. Si lo recapturan, su extradición marcaría un hito en la justicia ecuatoriana. Las repercusiones por extradición resonarían en la región, afectando el narcotráfico. Hasta entonces, las autoridades mantienen la búsqueda activa. El desenlace dependerá de la eficacia de los operativos y de las decisiones políticas.