La falla geotécnica que se mantiene activa en Tosagua, provincia de Manabí, ha encendido las alarmas no solo en la comunidad El Verdún, sino también en La Chipornia y Los Pozos. Estos sectores enfrentan graves consecuencias desde el lunes 14 de abril de 2025 (previo al noveno aniversario del 16A) por la aparición de grietas profundas, ondulaciones y deslizamientos de tierra. La situación, ha generado el colapso de viviendas, afectaciones estructurales en la carretera, y pérdidas económicas.
Manuel Espinoza, habitante de La Chipornia, señala que varias viviendas ya presentan grietas y hay familias que han debido abandonar sus hogares. El temor se ha instalado en la comunidad, agravado por la destrucción de caminos y la pérdida de cultivos.
“El festival del marisco que realizábamos cada año probablemente ya no se celebrará. La vía está destruida y nadie querrá venir”, lamenta Espinoza. Además, pide el apoyo de las autoridades locales, provinciales y nacionales para intervenir con urgencia. “Hay cultivos que han quedado bajo tierra”, añade con preocupación.
El alcalde de Tosagua, Romel Cedeño, ha manifestado que la emergencia ha superado la capacidad del municipio, por lo que se han articulado acciones con la prefectura y otros niveles del gobierno. Brigadas médicas y levantamientos de información han sido parte de la respuesta inmediata.
Cifras que alarman en El Verdún y comunidades cercanas
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12 viviendas colapsadas en su totalidad en El Verdún.
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Más de 40 casas con fisuras estructurales.
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Vía principal con 80% de afectación, sin condiciones para circulación segura.
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Emergencia declarada desde hace dos meses en el cantón por lluvias.
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Afectaciones en sectores como: La Atravezada, El Barro, Vedún, Los Pozos y La Chipornia.
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Más de 300 familias afectadas directa o indirectamente.
Estas cifras han sido confirmadas por autoridades cantonales y provinciales, mientras se espera un informe técnico consolidado.
Impacto en la economía local
La vida productiva del cantón también se ha visto alterada. El alcalde Cedeño explicó que la economía de la zona depende en gran parte de la agricultura, la crianza de camarón y la captura del guariche, actividades que no han podido reactivarse debido a los daños en infraestructura.
La comunidad ha experimentado además un deterioro emocional. “Las pérdidas no solo son materiales. Muchas familias viven con ansiedad, sin saber qué pasará con sus casas o su sustento”, afirmó el alcalde.
En tanto, el prefecto Leonardo Orlando subrayó que el nivel de riesgo en la zona sigue siendo alto debido a la presencia de una falla geotécnica activa, por lo que urge definir estrategias de reubicación segura para las familias más afectadas.
Evaluaciones técnicas y coordinación institucional
Desde la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos, equipos técnicos y expertos en geofísica han realizado inspecciones de campo para determinar con precisión la magnitud del problema. Orlando anticipó que esta semana se consolidarán los datos y se instalará una mesa técnica en el COE provincial.
“Hay familias que se han reubicado con parientes cercanos, otras están en casas comunales y algunas en refugios temporales. El riesgo de permanecer en la zona es muy alto”, puntualizó el prefecto. También informó que hay afectaciones en propiedades públicas, especialmente en la red vial que conecta a varias comunidades de Manabí.
Según se pudo conocer, para el martes 22 de abril de 2025, estaba prevista la visita de técnicos a la zona afectada.
La carretera también está afectada por las grietas
El prefecto anunció que se desplegarán maquinarias para despejar sedimentos que afectan a camaroneras locales, e hizo un llamado al Ministerio de Transporte y Obras Públicas para intervenir de forma urgente, ya que la carretera comprometida conecta a cantones estratégicos como Chone, Tosagua y Sucre.
La cifra total de familias impactadas podría superar las 300, según los registros preliminares. Por ello, los tres niveles de gobierno continúan trabajando coordinadamente para consolidar la ayuda y definir soluciones de mediano y largo plazo.
El Verdú, La Chipornia, y Los Pozos esperan respuestas
Mientras tanto, los habitantes de El Verdún, La Chipornia y Los Pozos siguen enfrentando las secuelas de un evento que ha transformado su vida cotidiana. Las autoridades han reiterado su presencia y compromiso, pero la comunidad exige más que promesas: necesita acciones concretas que permitan reconstruir no solo infraestructuras, sino también la confianza.
La afectación en El Verdún, La Chipornia y Los Pozos ha puesto en evidencia la fragilidad de muchas comunidades ecuatorianas ante los embates climáticos y la falta de infraestructura resiliente. El llamado de sus habitantes resuena más allá de Manabí: urge actuar con decisión y solidaridad para evitar que los daños se conviertan en tragedias permanentes.
Con información de César Vélez.