Un adulto mayor murió luego de ser impactado por un motorizado. Su familia llora su partida.

Elías Alonso Toala Farías, un adulto mayor de 81 años de edad, murió la mañana de ayer luego de ser impactado por una motocicleta en la calle principal de la parroquia Monterrey, perteneciente a La Concordia. Lo que era un domingo familiar se convirtió en una escena de tragedia en cuestión de minutos.

En un video de una cámara de seguridad se puede observar que cuando Elías cruzaba la calle una motocicleta lo impacta. Elías cayó al suelo, el motociclista salió ‘volando’ y también cayó metros más adelante. Sin embargo, se habría ido del sitio, quedando la motocicleta en el lugar, según se informó.

Ayer, en los exteriores del Centro Forense de Santo Domingo, se encontraban familiares de Don Toala, como le conocen en Monterrey. Uno de sus hijos, Eusevio Toala, dijo que su padre vivía junto a su madre y en casas cercanas viven más hijos. Esa mañana Don Toala salió como lo hacía recurrentemente, a eso de las 06h00, con rumbo al recinto La Esmeraldita. Iban caminando junto a su esposa Marcelina Zambrano y algunos nietos, pero Don Toala cruzó la calle a comprar algo, cuando regresaba al otro costado de la vía para seguir el camino, ocurrió la tragedia.

El adulto mayor murió en el lugar, tras ser atropellado

“Él fue a mi casa a decir que ya volvían, antes de salir. En cuestión de minutos nos decían que mi papá fue atropellado, yo salí corriendo a verlo y lo vi, lo toqué y dentro de mí supe que se nos había ido”, dijo Eusevio evidentemente consternado y aún sin creer lo ocurrido. Los paramédicos solo confirmaron su deceso. El cuerpo de Elías Alonso fue trasladado a su casa en el barrio Bellavista de Monterrey. Él y su esposa Marcelina son oriundos de Chone, Manabí pero radicados en Monterrey. Procrearon diez hijos juntos. Hace tres meses había fallecido uno de sus hijos y ahora Don Toala. El dolor embarga a esta familia, quien en medio de la tragedia lo recuerda como un hombre carismático, activo, trabajador y cariñoso con sus nietos.

Cada cumpleaños de Elías Alonso Toala Farías, lo celebraban con reunión, música y comida. Lo mismo ocurría el Día del Padre y otras fechas que eran motivo de celebración.
Hoy, en su casa están todos reunidos, hay música pero no hay felicidad, sino un gran dolor, pues no celebran a Elías, le dan el último adiós y lo menos que pueden hacer es despedirlo como a él le gustaba, al ritmo de la guitarra. Se prevé que la sepultura se realice en Monterrey.

Redacción Santo Domingo