Arturo Parrales andaba ayer desesperado buscando una tienda de barrio para cancelar su planilla eléctrica y así evitar el corte del servicio.
Minutos antes una cuadrilla que pasaba por su casa, en Los Tamarindos, le avisó que estaban ejecutando el plan de corte a clientes que adeudan planillas y que les dieron una hora para realizar un convenio de pago, cancelando el 10% de la deuda total y el restante de 12 a 36 meses.
Entonces empezó su periplo para cancelar y se fue a las despensas de su barrio, donde normalmente cancela la planilla, pero se encontró que no había sistema informático, es decir, conexión desde la CNEL con los bancos y estos a sus vez con los puntos de pago.
Luego buscó otros locales del centro de la ciudad y le contestaron lo mismo: no hay sistema.
El hombre lamentó que existan tantos inconvenientes para cancelar y pide otras alternativas. “Antes uno pagaba en las ventanillas de la empresa, pero ahora nos obligan a cancelar por medio de bancos que ganan dinero con cada transacción’’, indicó, y agregó que en su caso paga un dólar a la tienda por el servicio de cobranza.
Norma Morales manifestó que este tipo de pago es una lotería y hay meses en los que debe acudir dos y tres veces hasta que la tienda del barrio tenga conexión para poder cancelar.
Mencionó que antes esto no se sentía, pero ahora que terminó la vigencia del Decreto Ejecutivo 74 emitido en junio, que prohibía el corte del servicio a deudores del sector residencial
por 60 días, hay la campaña de corte de luz que colapsa el sistema, “porque
todos queremos pagar y no
alcanzamos a pagar a tiempo”, destacó.