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La campaña que David Reece, propietario de la hostería El Viejo y el Mar, realizó por redes sociales le ha dado éxito.

Contactó a 8.000 personas y su local, ubicado en la parroquia Crucita de Portoviejo, ya tiene reservado el 50 por ciento de la disponibilidad de hospedaje para el feriado de Carnaval, por lo que cree que antes de la fecha ya estará copado.
Por eso, la hostería recibe algunos retoques. La piscina, ubicada en la terraza del segundo piso, está a punto, lo mismo que las habitaciones. También hacen contactos con proveedores de mariscos y más alimentos para tenerlos listos en el restaurante que posee el local.
Igual de optimista está Mirella Briones, propietaria de hostería y restaurante Casa Grande. Dijo que ha notado que las personas están ávidas de llegar a la playa y divertirse en el mar y la arena, luego de dos años de pandemia de coronavirus.
Indicó que en su local, con capacidad para 120 personas, ya hay varias reservaciones para el feriado carnavalero y también para este mes.
Los fines de semana llegan visitantes que ya quieren disfrutar del sol y el ambiente playero, por lo que el sector turístico empieza a reactivarse poco a poco.
Para los servidores turísticos, esto alienta la esperanza de la reactivación tras las fuertes pérdidas que ha representado la pandemia.

COVID. Briones comentó que la disminución de casos de coronavirus y el relajamiento de las medidas de restricción por parte del Comité de Operaciones de Emergencia (COE), inciden para que lleguen más turistas, por eso cree que el carnaval ayudará mucho a la reactivación del sector.
Agregó que en Crucita hay mucha conciencia y las medidas de bioseguridad, como uso de alcohol, tapabocas y distanciamiento social, se mantienen.
Al balneario llegan personas de Guayaquil, Cuenca y la Amazonía, dijeron.
Luis Mendoza, dueño de un restaurante, indicó que también los comedores están listos. Mencionó que desde la próxima semana empezarán a abastecerse de mariscos, arroz y más productos para esperar a los comensales en los cuatro días de carnaval, que en la práctica empiezan el sábado 26 de febrero y culminan el martes 1 de marzo, explicó.
Mendoza dijo que el carnaval dinamiza toda la economía de Crucita, pues hay ingresos para los dueños de hoteles, restaurantes y más locales, pero también para los empleados de dichos sitios, quienes reciben entre 20 y 30 dólares por sus labores en esos días.