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 El sitio vuelve a cobrar vida gracias a los comerciantes que ofertan variedad de productos.

“Las personas que son clientes nuestros encuentran de todo y no tienen necesidad de ir hasta el centro de la ciudad a realizar sus compras”, indicaron los vendedores.
En el lugar,  los santodomingueños pueden encontrar mercado de mariscos, tiendas de abarrotes, restaurantes, puestos de frutas, entro otros negocios.
Una de las comerciantes que se gana la vida  en el sector es Doris Ferrín, su sazón manabita y sus 20 años en el mundo culinario han hecho que la mujer sea muy conocida, “casi toda mi vida he trabajado en  restaurantes, es por eso que cuando algún cliente prueba mi sazón, se va satisfecho”,  indica.  
Doris detalló que la pandemia significó un golpe duro para todos ellos, pero asegura que poco a poco tratan de salir adelante.
“Hace dos meses que comenzamos a trabajar, se vende poco, la gente más compra para llevar”, contó.
Otra de las mujeres que trabaja en la preparación de alimentos es Carmen Aveiga, ella resaltó que el sitio ha ido ganando más terreno en el ámbito comercial, “se han creado más negocios, quienes viven cerca al redondel Orangine pueden encontrar de todo, sin necesidad de ir a otro sector”.  
Aveiga resalta que trabajadores de la zona y turistas son quienes más se deleitan con sus platillos.
La crisis sanitaria también ha motivado a muchas personas a emprender.  
María Bermeo, otra comerciante, cree que hay que aprovechar el alto tráfico vehicular que a diario se da en el lugar.