La Iglesia católica retomará actividades en Semana Santa que fueron suspendidas por la pandemia, entre ellas el viacrucis.
Con pedidos de creyentes para que se acaben la pandemia y el conflicto entre Rusia y Ucrania, inició ayer la Cuaresma en la Iglesia católica con la imposición de la ceniza en la frente, que significa reconversión o “hacer polvo el corazón duro”, explicó Eduardo Castillo, arzobispo de Portoviejo.
María Moreira tiene 77 años y llegó desde Pachinche a la Catedral.
“He pedido que Dios nos salve de la pandemia”, comentó. Julio Gonzales mencionó que agradeció a Dios por la vida, la familia y sus hijos. “Pongo en las manos del Señor la guerra, que Él interfiera por eso”, agregó.
Castillo dijo que en estos 40 días se llevará a cabo una campaña de recolección de fondos para obras sociales con Cáritas. Además, recordó que como penitencia los viernes no se coma carne.
“Algunos piensan que hay que comer pescado, pero eso no está indicado. Dedicar tiempo a la oración, el ayuno y la limosna”, recalcó.
Informó que para Semana Santa están coordinando el desarrollo del viacrucis presencial.
“Con seguridad se hará. Habría más de uno en Portoviejo”, comentó.
Añadió que la misa crismal del Jueves Santo (14 de abril) se celebrará dentro de la Catedral y no en exteriores como los dos años anteriores.