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Angela Anchundia llega a los mercados de Manta dos veces a la semana para ofrecer habas, frijoles y otros granos que se cosechan en esta temporada del año en el campo manabita.

Ella junto a su familia compran la cosecha que luego trasladan a La Sequita de Montecristi, donde desgranan, limpian y empaquetan para venderla en los mercados de Playita Mía y Los Esteros.

Como ella, son varios los comerciantes que aprovechan la producción del campo para trabajar en el comercio.

Usan sus vehículos como puestos de ventas.

Eliseo Esmeraldas no tiene un empleo fijo, y ahora trabaja vendiendo en su vehículo productos como el plátano, naranjas, mandarinas, papaya, aguacate, toronja, entre otros.

Al ser productos de cosecha, su precio de compra baja.

En la zona de Playita Mía venden racimos de verde entre 2,50 y 5 dólares.

Productos que han bajado de precio

“Por ejemplo, hoy estamos dando nueve naranjas por un dólar, esto nos ayuda a subsistir y poder generar algo de recursos para seguir trabajando”, explicó.

En el área turística de Tarqui y parte de Los Esteros, el movimiento comercial también promueve otro tipo de empleos, como el de quienes cuidan vehículos y buscan en esta actividad generar ingresos diarios y poder cubrir la demanda de la falta de empleos fijos o formales.

De los comerciantes que usan sus carros como puestos de ventas, no solo comercializan frutas y verduras: también hay quienes vienen desde el centro de Manabí con la venta de longaniza.

Conchas al por mayor y menor se venden en 18 dólares.

Aitana Bermúdez indicó que no hay mucha producción, lo que ha encarecido este producto.