La Virgen de la Merced tiene un devoto de cuatro patas, llamado Tomasito, que madruga todos los días para ir a la misa de las 06h00.
Lo hace desde que empezó el quincenario en compañía de su dueña, Bella Anchundia, quien lo bautizó como Tomasito.
Es un perro mestizo de color blanco que ha hecho del exterior del santuario de la Virgen de la Merced su hogar, y no porque no tenga una casa, pues doña Bella lo adoptó hace cinco meses.
Pero sí, la iglesia y su portal son su hogar porque se ha vuelto un devoto infaltable en la misa de las 06h00.
“Él se levanta conmigo a las 04h00 para venir a la iglesia. Es obediente, se ha ganado el cariño de la gente”, contó Anchundia, quien trabaja cuidando vehículos.
Tomasito asiste a las misas
Pero no todo es trabajo para estos amigos inseparables. Su momento especial es cuando el reloj marca las 06h00. Entonces, Bella y Tomasito entran al santuario para escuchar la primera misa del día.
Ambos se sientan en las bancas y permanecen en silencio mientras el sacerdote da su sermón. Tomasito, como cualquier feligrés, no se retira hasta que la ceremonia llega a su fin.
Luego regresa a su labor, que es básicamente acompañar a doña Bella, mientras ella intenta ganar un poco más de dinero hasta el mediodía, cuando se va a casa. “Él es mi alegría. Desde que me lo regalaron no me siento sola”, cuenta Bella.
Si bien Tomasito ya sabe lo que es estar en una ceremonia religiosa, el momento más importante será el del martes, cuando acompañe a la Virgen de la Merced en la tradicional procesión.
El recorrido está previsto para las 19h00, pero el horario podría cambiar por el apagón programado para esa noche.
Mientras eso se define, Bella asegura estar lista para caminar junto a Tomasito los 6 kilómetros de la procesión.